Nuevamente se colocó en agenda la aprobación del TPP11 en el senado, un nuevo tratado de coloniaje y dependencia con las multinacionales y el imperialismo. El propio Marcel, ministro de Hacienda, aseguró su aprobación. Una política que vuelve a provocar crisis al interior de un gobierno que apuesta al maquillaje para volver a ceder a los poderes que dijo venir a enfrentar. En este terreno, como en el de la represión y el ajuste, sigue los pasos de sus predecesores.
Por Abril C., Movimiento Anticapitalista
Bajar banderas y traicionar programas, una constante en La Moneda
El gobierno de Gabriel Boric vuelve a dar un paso hacia la “Bacheletización” de su gestión, no se trata de una sorpresa luego de la composición de su nuevo gabinete, pero sí una nueva desilusión para amplios sectores.
Las declaraciones, incluso las más críticas dentro de la coalición de gobierno, apuntan a la aprobación de este nuevo pacto que no representa ningún avance para nuestro país sino todo lo contrario, no vamos a extendernos en este punto ya que lo hemos denunciado reiteradamente y compartiremos más abajo un trabajo sobre lo que representa el TPP. Nada ha cambiado en cuanto al Tratado, lo que avanza es la adaptación de los otrora “jóvenes rebeldes” del FA a la gestión del Estado capitalista y las exigencias de sus mandantes, las grandes multinacionales.
Así lo refleja la vergonzosa declaración de Convergencia Social, partido de Boric, que se declara en contra del TPP pero llama a las otras fuerzas a actuar “sin mezquindad” en el sentido de lo que vienen trabajando la Canciller y subsecretario con el objeto de lograr unos maquillajes llamados “side-letters”, que no son más que acuerdos bilaterales que en nada modifican lo central del Tratado.
Se trata de un nuevo engaño, de una estafa para dar un nuevo paso en la entrega siguiendo las “reglas del juego del comercio internacional” sin buscar caminos alternativos de unidad y solidaridad entre los pueblos, es decir más extractivismo, más sumisión económica, más dependencia, más neoliberalismo.
Rechazar el TPP y poner en pie otro programa.
Desde el Movimiento Anticapitalista llamamos a rechazar la aprobación de este nuevo Tratado colonial y a terminar también con los TLC de estas características, para refundar las formas de relacionamiento internacional partiendo de la solidaridad y la articulación con los pueblos contra el imperialismo y las multinacionales y no de la sumisión a estos poderes que buscan descargar la crisis económica con más extractivismo y expoliación.
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Planificar la economía en base a las necesidades sociales y no a las ganancias del 1%, democráticamente, donde sean las y los trabajadores junto a las comunidades quienes decidan qué se produce, cómo se distribuye y para qué. Cuestionar los pilares del sistema económico sostenido por los 30 años y sus herederos plantea un desafío: luchar por otra matriz de producción, otra democracia, se necesita una reorganización estructural de toda la sociedad. Quienes son parte del problema no pueden ser parte de la solución: el desalojo del poder capitalista y de todos sus representantes, y a la vez, crear una nueva forma de organización social sobre bases nuevas (que incluyen una relación amigable y racional con la naturaleza), plantea una planificada y sistemática lucha política, militante y a gran escala –incluso regional e internacional-.
Es por esto que llamamos a todos los sectores que se oponen a esta medida a la construcción de una coordinación que enfrente el plan del gobierno y llene las calles para derrotarlo. Con puntos de acuerdo elaborados democráticamente y la fuerza de la movilización podemos frenar la nueva avanzada neoliberal. Sumate.
Esto significa el TPP 11
En simples términos es entregar la soberanía por secretaría a las corporaciones. Más de lo mismo pero empeorado. El economista Juan Gabriel Palma plantea en relación a los organismos que regirán las deliberaciones es que “se intenta crear con el TPP-11 una de las peores camisas de fuerzas para nuestra democracia en todas las materias que otros Estados o las multinacionales (incluidas las criollas “internacionalizadas” encuentre relevantes”.
Sin sutilezas el TPP limitaría la soberanía de Chile por diversos motivos. Aquí expresamos 9 puntos para oponerse al tratado:
- En un eventual cambio legislativo que busque favorecer al desarrollo público y estatal y que afecte las ganancias de una corporación transnacional, el Estado podrá ser demandado. Durante los últimos días se discutió el Royalty Minero, una medida insuficiente, pero que si hubiera estado en vigencia el TPP sería imposible de legislar o bien, Chile iría a un tribunal a medida de los intereses corporativos para revertir la medida.
- Los gobiernos y las empresas trasnacionales deberán tener por anticipado todo proyecto de regulación de políticas públicas que se intente impulsar en el país y si ellos deciden podrán intervenir en el proyecto, si el Estado hace caso omiso podrá ser demandado, ya que afectaría los intereses de la corporación.
- Profundiza la debacle ambiental provocado por el extractivismo, fomentando la perpetuidad del modelo de saqueo y exfoliación sobre nuestros territorios, impide medidas para frenar la contaminación del actual modelo productivo, ya que (una vez más), afectaría intereses corporativos.
- Aumenta la ofensiva sobre los pueblos originarios restringiendo sus diezmados derechos, puesto que incentiva la intervención de industrias extractivas con el beneplácito de un arbitro del capital extractivista.
- Las farmacéuticas consolidan la monopolización de las patentes. En tiempos de crisis sanitaria el TPP busca impedir los medicamentos genéricos y mantener la especulación sobre un derecho fundamental.
- Privatiza las semillas e incentiva los transgénicos y plaguicidas, con su ley de propiedad intelectual desplaza a la agricultura hecha por el campesinado y niega la posibilidad de la soberanía alimentaria.
- En el mismo sentido del punto anterior, se limitaría aún más la libertad de internet, amparada en el derecho de propiedad intelectual no permitiera el acceso democrático a la ya limitada información.
- Chile como laboratorio del capitalismo neoliberal mantiene nula intervención estatal sobre las ramas fundamentales de la economía, pero ahora con el TPP cerraría completamente esas puertas, ya que según el tratado niega el “trato preferencial a empresas estatales”.
- ¿Derecho a huelga, jubilación, descanso y vacaciones? Chile se somete a ser demandado si intenta mantener los estándares mínimos de la declaración de la OIT de 1998, intensificando la precarización laboral al reducir los derechos de las y los trabajadores, tales como el derecho a huelga, el argumento sería que “se verían afectados los intereses de las corporaciones”.
Si te interesa sumar más puntos del porqué negarse al TPP11 puedes revisar el tratado completo en el siguiente link: Tratado TPP