Frenar la represión. Activar, solidarizar y movilizar con l-s estudiantes.

Las postales del Instituto Nacional ilustran un verdadero estado de sitio del colegio emblemático. Ejemplificando la brutalidad que empeña el Gobierno y el Municipio de la Comuna de Santiago contra l-s estudiantes secundari-s. Fuerzas Especiales en los techos, control de identidad, efectivos de inteligencia en las inmediaciones, lacrimógenas y lumazos. Un dispositivo contra menores de edad que profundiza la tensión interna y social. Activar y movilizar para darles freno.

De nostálgicos de la dictadura: Aula Segura y represión.

Las escenas del día lunes reiteran las consecuencias de las políticas represivas, situaciones que durante los últimos meses han sido repercutido y mediatizado por la violencia policial. Hoy la principal preocupación entre el estudiantado es paralizar el asedio de carabineros, en tanto las autoridades refuerzan la cruzada represiva contra l-s estudiantes, es así que tras el asalto de Fuerzas Especiales en la mañana del día lunes, posteriormente se reunió el Alcalde Alessandri, la ministra de Educación, Marcela Cubillos, la Intendenta de la Región Metropolitana, Karla Rubilar y el ministro del Interior, Andrés Chadwick, tras la petición del municipio de la intervención del Estado.

Previamente se especulaba sobre las intenciones de la reunión en adelantar el cierre del año escolar, dejando sin clases a l-s estudiantes. Si bien no ocurrió, si se reforzó las política dictatoriales al plantear un mayor trabajo de inteligencia desde carabineros y un fiscal exclusivo para investigar a los supuestos responsables de las bombas molotov. Una situación que por lo bajo tendría que ser considerada escandalosa, entendiendo que el Estado utilizará los mayores dispositivos para intervenir un colegio, a menores de edad con el afán de experimentar formulas represivas y de control a la juventud, digno de un gobierno nostálgico de la dictadura.

Detenerlos, defender la educación pública.

Ninguna solución posible a la crisis que atraviesa el Instituto Nacional, similar a la que viven otros colegios, vendrá de la mano de incitar la represión. Detenerlos, fortalecer la organización interna y ampliar toda la solidaridad necesaria con los estudiantes en frenar la represión. Activar y movilizar socialmente como contrapunto al asedio dictatorial debe ser una convocatoria ante la actual situación, proponemos dos ejes:

  • Sólo l-s estudiantes junto a l-s profesores y funcionar-s organizados en sus instancias deliberativas y avanzando al control democrático de la comunidad, serán quienes planteen la salida posible a la crisis que vive el Liceo. Sin represión ni tutelajes autoritarios.
  • Formar un frente anti-represivo en solidaridad con la comunidad educativa como fuerza social para detener el asedio. En esto las organizaciones sociales y políticas disponernos en la movilización para frenar esta brutalidad.

Propuesta que creemos necesarias para enfrentar el estado de sitio que viven l-s estudiantes, punto de inflexión de las políticas represivas que nos lleva a cuestionar de fondo los problemas de la educación y la juventud. Hoy frenar las políticas represivas es central, por lo tanto la conformación de un frente para echar a las Fuerzas Represivas, confrontar las políticas del Aula Segura y por la defensa de la educación pública es una tarea unitaria que se debe convocar. El Frente Amplio con su “bancada estudiantil” esperaríamos saliera de su pasividad parlamentaria y dispusiera su tribuna para enfrentar la ofensiva que viven l-s secundari-s, una acción necesaria.

Contra las políticas represivas, Anticapitalistas en defensa propia.

El despliegue de todas estas políticas represora y anti-secundaries es muestra de la faceta decadente de un sistema que apunta a potenciar cada día más los dispositivos de control, exacerbaciones de un aleccionamiento que hoy tienen su enfoque en el Instituto Nacional, aunque es reflejo de las necesidades generales del capitalismo contra la juventud: mercantilizando aún más la educación y apostando a precariza el trabajo con políticas como Estatuto Laboral Joven. De fondo nos confiscan de derechos básicos y necesarios, por lo tanto requieren del garrote frente a un sector rebelde que está dispuesto a enfrentarlos.

La represión como hoja de ruta sólo expresa los intereses de una minoría, necesitando del autoritarismo de la fuerza para no tan sólo retener lo que ya tienen, sino para potenciar una cruzada en expropiar cada vez más derechos sociales, irracionalidad de un sistema que vive con el afán de la acumulación del 1%. Es por eso que sabemos que para echarlos hay que concentrar golpes de masas junto con una fuerza política que encamine en una dirección revolucionaria, parámetros opuestos al pacifismo, ya que ellos no muestran espíritu deportivo, ejemplos sobran. Tampoco acciones individuales por fuera de las decisiones colectivas, se necesita más todavía: una herramienta política dispuesta a dar vuelta todo con una política de contrapoder del 99%.

La juventud y l-s secundarios en particular en nuestro país han demostrado en periodos recientes tener ímpetu y desarrollo organizativo, del cual el gobierno temé e intenta desbaratar. Una fuerza social que sirve como fibra auxiliar de la clase trabajadora para los cambios radicales cuando entra en escena. Hoy más que nunca activar desde la juventud en política es central, tomarla parar pasar de la resistencia a la propuesta, con toda la rebeldía y perspectivas democráticas para enfrentar a la represión y a todo el sistema.

Una tarea que no es de unos pocos, sino de la suma de muchas voluntades, esas son nuestras perspectivas. Súmate a construir una alternativa nueva junto al Movimiento Anticapitalista para asaltar el presente y dar vuelta todo.

Movimiento Anticapitalista.