Ley Antimovilización, ¿Qué pretende el FA?

El día miércoles en la Cámara de Diputados fue aprobada el proyecto que tipifica como delito la protesta social, posteriormente ratificada en Senado. Una propuesta emanada por la Derecha y la Democracia Cristiana que encontró en el Frente Amplio su nuevo aliado en el camino para encaminar la agenda represiva de Piñera, mientras que el PC por abstención, dio su apoyo omiso. Las revoluciones ponen a prueba las políticas, hoy la izquierda parlamentaria dio una nueva muestra de sus límites. 

¿Qué votó el Frente Amplio? 

Jackson, Boric, Winter y Yeomans como representantes del FA justificaron su apoyo a Ley Antimovilización a base de “votar lo particular”. Un intento de esconder su actuar bajo la excusa contra los saqueadores, línea discursiva muy en sintonía con las argumentaciones de Piñera. El Frente Amplio y el Partido Comunista cerraron fila con la derecha pinochetista para avanzar en la criminalización de la protesta social, así lo estipula los 6 puntos que involucran la tipificación de la protesta y que se pueden ver en la página web de la Cámara de Diputados:

1. Paralizar o interrumpir algún servicio público de primera necesidad, entendiéndose por tales los servicios de transportes, hospitalarios, de emergencia, de electricidad, de combustible, de agua potable y de comunicaciones, afectando gravemente su funcionamiento.

2. Ejecutar actos de violencia peligrosos para la vida o la integridad física de las personas mediante el lanzamiento de elementos contundentes, cortantes, punzantes u otros elementos aptos para esos fines.

3. Destruir, en todo o en parte relevante, una vivienda, un establecimiento comercial o industrial, una oficina pública o privada, uno o más vehículos motorizados o la irrogación de daño a bienes de reconocida importancia científica, religiosa o social.

4. Incendiar objetos o utilizar elementos destinados a impedir coactivamente la libre circulación de las personas o vehículos.

5. Impedir o dificultar la actuación del personal de los Cuerpos de Bomberos u otros servicios de utilidad pública, destinada a combatir un siniestro u otra calamidad o desgracia que constituya peligro para la seguridad de las personas.

6. Cuando se ocupen o usurpen bienes inmuebles de carácter industrial, comercial o agrícola, sean estos públicos o privados

En concreto, la izquierda parlamentaria votó contra las mayorías que trabajan criminalizando la huelga y contra todas y todos quienes protestan.

El Pacto como Co-Gobierno de la “oposición” con la derecha.

El tremendo proceso que comenzó el 18 de octubre refleja una nueva etapa en nuestro país, una revancha histórica que identifica a quienes han estado gobernando dentro de los márgenes de la herencia de Pinochet. Protestas continuas, masivas y radicales que mantienen en vilo a Piñera, el presidente al que en la misma semana de su cumpleaños (infeliz) dos encuestas arrojaron datos desalentadores para él, la más optimista ubica en un 90% su desaprobación, mientras que la otra ronda el 94%. Las encuestas no solo están imposibilitadas para esconder lo obvio, sino que expresan toda la acumulación de descontento que se sintetiza a nivel masivo en una consigna: “Fuera Piñera”. Una demanda que incrementó frente a las violaciones sistemáticas de los DDHH.

En más de 45 días la fuerza callejera ha logrado hacer que el Gobierno retrocediera en la militarización del país cuando entró en escena la Huelga General, no pudiendo optar nuevamente por esa vía en lo que va del estallido, un hecho significativo que debilitó las FFAA. De aquí surge una pregunta que muchas y muchos nos preguntamos ¿Cómo es que Piñera se mantiene en el poder? 

Ni los pacos ni milicos han podido desarticular la protesta social, no hay represión que haga retroceder la movilización. Más que ellos, quienes vienen sosteniendo a Piñera en el gobierno es el Congreso y todo el arco político que incluye a la ex – Nueva Mayoría y la Izquierda Parlamentaria en acuerdo con la Derecha pinochetista, su expresión unitaria es el Pacto.

En los primeros días tras la firma del acuerdo mantenían dos voceros claves, uno es Mário Desborde de Renovación Nacional y Gael Yeomans del Frente Amplio, un Co-Gobierno virtual que actúa a base de definiciones comunes. La principal es pretender encauzar a través de las instituciones actuales la “paz” y la “nueva constitución”. En otros términos, quitar la política de las calles para avanzar en un cambio en la medida de la Constitución de Pinochet, es por eso que blindan a Piñera para proteger la estabilidad del Ejecutivo, definición que es potenciada con la Ley Antimovilización.

Para frenar la represión: Que se vaya Piñera y que caiga el pacto.

El Pacto y las leyes criminalizadoras de la protesta social intentan cerrar un proceso que les desbordó, una política a contrapelo de las verdaderas instancias democráticas que discuten la reorganización del país, Asambleas y Cabildos, en donde la juventud, mujeres y el pueblo reafirman la voluntad de lucha por cambiar todo. Es por eso que aún nada está definido.

Una orientación democrática que cuestiona todo y que lamentablemente no encuentra la sintonía de las conducciones de Unidad Social (FA y PC) y de las principales referencias sindicales, que hasta ahora se han limitado en una declaración de rechazo y al llamando a mantener la movilización, una posición acotada en un marco de agravio profundo contra las mayorías que trabajan por parte de quienes adscriben al Pacto, US previamente ya se habían reunido con el Ministerio del Interior. Es por eso que opinamos fundamental salir de la pasividad conciliatoria y convocar coordinadamente a una nueva Huelga General, motor que ha hecho tambalear las políticas del gobierno, esta vez hasta que caiga  Piñera y el pacto de impunidad.

Sin ellos en el poder será la garantía de avanzar en una Asamblea Constituyente que sea Libre, Democrática, Plurinacional y Soberana. Además de impulsar una Comisión Investigadora Independiente que lleve adelante un proceso contra las violaciones de derechos humanos de ayer y hoy. No se puede dialogar con asesinos, menos permitir su avance.

Es hora de una Nueva Izquierda Anticapitalista.

Este camino nos proponemos como Movimiento Anticapitalista, frenar las políticas represivas y avanzar en fundar un nuevo país, desde abajo, con las y los trabajadores y el pueblo para que gobiernen quienes nunca hemos gobernado. Una tarea que necesita de la voluntad de muchas y muchos para fortalecer una salida propositiva para las mayorías.

Sabemos que estas reivindicaciones son compartidas entre quienes nos movilizamos. Y por su puesto, también por quienes vieron como alternativa al FA y al PC, a todes les proponemos que la sepultura de la izquierda parlamentaria sea el impulso para construir una Nueva Izquierda Anticapitalista, realmente revolucionaria, feminista, ecosocialista e internacionalista. Nuestra joven organización se dispone en esta necesaria tarea y te invitamos a sumarte para hacer fuerte estas perspectivas.

M.A