Cuando escribimos estas líneas se siguen procesando los cómputos de las “super elecciones” que terminaron hace pocas horas. Repasando los datos preliminares es claro que muestran una foto del nuevo chile que emergió de la revuelta de octubre de 2019. La película está en desarrollo y dependerá en gran medida de los pasos que se den en el futuro poder lograr un final como merecemos las mayorías.
Convención Constitucional abierta y sin hegemonías
Los sectores responsables del co gobierno de los últimos años, de los 30 años, fueron los principales derrotados en esta elección. no solo por el magro resultado que obtienen sus listas, si no porque las principales expresiones que recogen apoyo son las que los señalaron claramente como responsables fundamentales de haber garantizado el tránsito de la dictadura a la “democracia” manteniendo el esquema neoiberal de saqueo. La derecha como tal no obtiene la posibilidad del ⅓ en la Convención para bloquear la posibilidad de cambios profundos, lo que va a exponer aún más a los sectores que posan desde la izquierda pero defienden la estructura del régimen.
Los números son contundentes, de norte a sur, lo que durante años fue la espina dorsal de la alternancia política en el país hoy se ve reducido a su mínima expresión. Quienes obtienen mejores resultados son quizás las candidaturas que reflejan las posturas más radicales a derecha, todo un símbolo de estos tiempos de polarización, como Teresa Marinovic por mencionar solo un ejemplo.
El otro dato saliente de la elección es la irrupción del fenómeno independiente, como el sector, aunque diverso y difuso políticamente, que mayor cantidad de escaños consigue en la CC. Dentro de ese espectro es claro que las expresiones más radicales también fueron las que colectaron una mayor cantidad de apoyo.
Vamos a una Convención Constitucional sin mayorías claras, donde muchas caretas serán puestas a prueba y donde la presión de la calle deberá jugar un rol clave. En los próximos días, con todos los resultados sobre la mesa, podremos dimensionar mejor el alcance de la situación, pero no hay dudas de que estamos ante un momento muy interesante desde el punto de vista político, con una elección que refleja la irrupción de nuevos espacios, rechazo a las viejas estructuras y un enorme espacio político para construir una nueva referencia.
El fenómeno: independiente y a la izquierda
Como se veía desde el plebiscito, la tendencia de “que no sean los mismos de siempre” quienes escriban la nueva constitución se expresó con fuerza en la elección. Las listas y candidaturas independientes lograron atraer un caudal de votos muy importante que al mismo tiempo se concentró en algunas figuras icónicas, fundamentalmente ligadas al proceso de la revuelta y las formas no institucionales de hacer política. Se expresó así con fuerza en las candidaturas provenientes de asambleas territoriales y luchas sociales y tuvo una particular expresión en La Lista del Pueblo que obtuvo un alto nivel de votación en muchos distritos, con campañas y realidades diferentes entre unos y otros.
Todo esto muestra la apertura a la construcción de nuevas referencias políticas y la alta valoración que tienen en amplios sectores las candidaturas referenciadas con la lucha y la transformación del actual orden de cosas. Representa también un desafío hacia el futuro, para ver si estos espacios son capaces de estructurar un programa acorde a las expectativas o finalmente la presión parlamentaria termina anulando sus potencialidades. Sin dudas esto es uno de los fenómenos más interesantes a seguir.
Gran campaña anticapitalista y resultados que impulsan un perspectiva de desarrollo
Con mucho orgullo podemos decir que nuestras candidaturas independientes anticapitalistas, la de Camilo Parada Ortiz en el distrito 10 y Maura Fajardo Gálvez en el 12, fueron parte de esta tendencia y obtuvieron un resultado muy importante que nos ubican entre las principales de la izquierda. Con alrededor del 2% en cada distrito estuvimos por arriba de listas completas como la del DC, PH, PTR entre otras y también en la mayoría de las candidaturas de otras listas.
Lo hicimos sobre la base de postular un programa profundamente radical, de transformaciones profundas y desde la perspectivas de las mayorías trabajadoras, criticando fuertemente la estructura de poder del régimen y el Estado subsidiario, levantamos un feminismo anticapitalista y profundamente inserto en las necesidades de las mujeres trabajadoras. Pusimos en el centro la denuncia del extractivismo y también la crítica implacable a los privilegios de la casta política. Esta elección, está al servicio, como lo dijimos en cada oportunidad, de la construcción de una nueva referencia política y desde este punto de vista seguiremos adelante impulsando la más amplia unidad para lo que se viene. Con Camilo, Maura y todo el Movimiento Anticapitalista pondremos todo el empeño en esta tarea, la tarea de #TransformarloTodo