Apenas se cumple un mes de la asunción del gobierno de Gabriel Boric y ya va quedando claro que su centro estará puesto en la “responsabilidad” lo que debe leerse como un eufemismo que busca disfrazar su completa asimilación a los modos y objetivos de la vieja Concertación. En este marco, el Partido Comunista parece verse atravesado por debates, mientras una parte de su base espera ansiosa señales de un gobierno popular, su dirección actúa decididamente como complemento “rojo” ante el amarillo que decora por completo La Moneda.
Por Martín Miranda , Movimiento Anticapitalista
Cualquier persona que ponga en foco las medidas tomadas y los hechos objetivos, más allá de las promesas y la retórica, podrá ver con claridad que las medidas del primer mes de gobierno distan mucho de poder catalogarse como populares. No solo se han anunciado migajas a nivel económico, se ha posicionado decididamente apoyando a carabineros frente a los nuevos casos de represión brutal, sosteniendo el estado de excepción en Wallmapu y sumando insumos represivos. La última y también polémica medida es la negativa a un quinto retiro de los fondos de pensión y el anuncio de un proyecto de retiro que implica una transferencia directa a los bancos de los dineros de las y los trabajadores.
Frente a esto, la principal espada comunicacional de Boric es Camila Vallejos, dirigenta del PC y supuestamente la representante de una “renovación” en esta fuerza. Sin un milímetro de comunismo, Vallejos no se privó de defender y justificar cada una de las medidas anteriores incluso brindando los argumentos para que la golpeada base social del gobierno pueda explicar esta deriva. Apelaciones al futuro, la responsabilidad, la seriedad y tantas otras palabras que no alcanzan para llenar los bolsillos flacos de la clase trabajadora, problemas de los que la joven comunista parece ser muy lejana.
En el caso del quinto retiro, la situación mostró algunas grietas en el bloque comunista, pero finalmente las mismas no provocaron una modificación en la línea oficial, que fue refrendada en un tuit que expresaba “Aunque en el programa de gobierno no están incluidos los retiros, nuestra diputada @KarolCariola defendió el proyecto de #5toRetiro del gobierno, el cual está orientado en beneficiar a quienes más lo necesitan, sin perjudicar la economía y para realizar los cambios de fondo.”
Un verdadero catálogo de anticomunismo, como si “la economía” fuera una entidad neutral a cuidar, nuevamente poniéndole rojo a una política neoliberal de traspaso de recursos de las y los trabajadores a los bancos.
Jadue ¿El ala izquierda?
Una de las voces que se levanta frente a esta situación, señalando correctamente que las medidas del gobierno son insuficientes y no “escuchan la voz de la calle”, es la de Daniel Jadue. Derrotado en la interna de Apruebo Dignidad, vio como la “estrategia” electoral del FA lo ocultaba en la primera ronda electoral, demostrando ya desde allí el perfil que se proponían imponer al futuro gobierno. En el marco de esos chispazos de baja intensidad, Jadue da un paso que termina de mostrar que más allá de los matices lejos está de representar una mirada progresiva dentro del conglomerado de gobierno. El alcalde de Recoleta participó activamente del “Foro contra el fascismo” en Venezuela, realizado en conmemoración de un nuevo aniversario de la derrota del Golpe de estado contra Chávez de 2002, en dicho foro saludó el accionar de las Fuerzas Armadas Bolivarianas y al gobierno de Nicolas Maduro. Lo extraño, es que el propio Partido Comunista de Venezuela rompió con el gobierno venezolano en 2020 explicando que “El avance de una política económica liberal, reformista y entreguista, totalmente en contravía a lo establecido en los acuerdos PSUV-PCV, configuran el avance de un cuadro de ruptura del gobierno con la clase obrera y el pueblo trabajador” y señalando que esta política ha generado un rechazo en la población que “ha generado su resistencia combativa frente al retroceso creciente de los derechos laborales. A lo que ha respondido el estado venezolano con represión, criminalización y judicialización de las legítimas luchas obrero-sindicales” [i].
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Jadue se presta a lavarle la cara al gobierno autoritario y dictatorial de Maduro, rechazado por el propio Partido Comunista de Venezuela, un gobierno que ha sumido en la miseria y la marginalidad a millones de trabajadores y trabajadoras, reprimiendo y enterrando las conquistas que ese mismo pueblo había sabido conseguir.
Esto no implica alinearse con las fuerzas del imperialismo que hace años atacan a Venezuela y otros países al servicio de sus intereses, fuerzas a las que lejos está de enfrentar el régimen de Maduro, quien en plena invasión rusa a Ucrania se ha dispuesto a venderle petróleo a Estados Unidos. Si ese es el modelo que Jadue defiende, poca esperanza para las jóvenes generaciones de comunistas que exigen, correctamente, una postura a izquierda a Boric.
La honesta militancia joven del PC puede jugar un rol al servicio de las mayorías
Quienes formamos parte del Movimiento Anticapitalista hemos compartido múltiples espacios de lucha con militantes del Partido Comunista, no es nuestra intención señalar con el dedo a quienes eligieron ese camino y entienden que se trata de una organización revolucionaria. Cómo lo señalamos más arriba, no compartimos esa mirada, no solo por la actualidad sino también por una larga historia de claudicaciones de la dirección de este partido a las distintas variantes burguesas que han dirigido el Estado chileno y otras experiencias a nivel internacional. Pero eso no implica no reconocer que estamos ante una etapa nueva en el país, donde las y los trabajadores, la juventud y las mayorías venimos de protagonizar un estallido social que ha marcado a fuego una serie de demandas y las fuerzas que nos consideramos revolucionarias tenemos la obligación de señalar que las mismas no pueden ser cumplidas en los marcos del capitalismo, lo propio lo señala por la negativa el actual gobierno, que en lugar de responder positivamente a eso elige el camino de la “seriedad” es decir, el camino de priorizar el orden actual entre explotadores y explotados y no una salida al servicio de las mayorías.
Ese camino no está bajo la actual dirección del PC en ninguna de sus “alas”, no está en los partidos del régimen político que durante más de 30 años sostuvieron el Chile del 1%.
No es un camino fácil, pero es el camino necesario para lograr una sociedad socialista.
Política revolucionaria y método democrático
No solo la política es clave para construir una alternativa a los viejos partidos, sino también un método de construcción distinto, donde las figuras representen la voluntad de la mayoría de la militancia, producto del debate democrático, y no su propias definiciones acordes a la carrera política que están haciendo. Las y los trabajadores tenemos que poder recuperar nuestros sindicatos y transformarlas en herramientas de lucha, lo mismo las y los estudiantes con los centros de estudiantes y federaciones. La estructura organizativa tiene que estar al servicio de que la fuerza de las masas se expresen y no al servicio de su control y deriva al pasillo sin salida del parlamentarismo.
Es posible recuperar las raíces del marxismo y el leninismo con el objetivo de interpretar los nuevos debates y desafíos, no usar simplemente las imágenes de los “próceres” como tapadera de una política cada día más alejada de las masas.
Quienes provenimos de la tradición trotskista estamos abiertos a transitar ese camino, a transitarlo juntos y juntas, así lo hacemos a nivel internacional como parte de la Liga Internacional Socialista, una experiencia que busca justamente que las diversas tradiciones revolucionarias nos reagrupemos con un método sano y un programa revolucionario.
Te invitamos a hacer una experiencia con nosotres.
[i] https://www.ex-ante.cl/partido-comunista-de-venezuela-rompe-con-maduro/
