Oportunismo con manto ultraizquierdista: el PTR entre el “no se puede” y el “yo les avisé”

Por Maura Fajardo Gálvez, Movimiento Anticapitalista

No hay dudas de que la polémica constituye un elemento fundamental en la formación de una organización revolucionaria, permite clarificar y comprender de mejor manera la situación y las distintas tácticas y estrategias. En una coyuntura como la que atravesamos, este proceso es aún más importante. Lamentablemente, un sector de la izquierda, desarrolla la polémica como si se tratara de un ejercicio académico con más deseos de tener razón que de encontrar puntos de contacto entre la realidad y las distintas fuerzas que actuamos en ella. Para lograr sus objetivos, no dudan en realizar amalgamas entre distintas posturas e incluso desvirtuar lo actuado. La nota de Fabian Puelma en La izquierda Diario es la mejor explicación de esto, veamos.

Los deseos de Puelma, el PTR y la realidad

No caben dudas de que el compañero estaba esperando ansioso escribir las líneas que criticamos, no le interesa el fenómeno de la Lista del Pueblo, sus orígenes, lo que representaba como expresión de ruptura con los partidos de los 30, el proceso de desarrollo que vivenció, tampoco lo que representa ahora, ni mucho menos distingue la dirección política de la base y de quienes veían ahí una alternativa. Es por eso que no le interesan las y los centenares, las y los miles de compañerxs que vieron en esa experiencia una posibilidad de transformar todo. Fabian está tranquilo, pues el “sabía lo que pasaría” solo restaba esperar a que sucediera y poder escribir al respecto. A diferencia de Fabian, desde el Movimiento Anticapitalista decidimos intervenir en la realidad tal y como se presentaba, con sus contradicciones. Eso no significa como sugiere el filoso escritor hacerlo desde la sumisión, todo lo contrario, repasemos la táctica de quienes nos animamos por intervenir en la realidad imperfecta y sin los deseos de escritorio.

Desde el Movimiento Anticapitalista desarrollamos una política para intervenir en el proceso abierto tras el 18 de octubre y que había colocado al centro del debate el repudio al régimen de los 30 años y a “los partidos” representantes del mismo. Identificando esa realidad, levantamos un programa anticapitalista, feminista, ecosocialista y radical en el camino de pelear por una nueva referencia política capaz de aglutinar a las fuerzas que se proponían transformar todo, aún de manera inconsciente. Por más que Puelma lo ignore, eso nos permitió desarrollar una ofensiva política para reunir los patrocinios de cara a la CC y realizar una importante elección a la misma a pesar de ser un “pequeño grupo” (como nos designa en su nota, pequeño grupo al que tiene que escribirle notas) bajo una posición clara, tal como lo expresan los miles de volantes que repartimos cotidianamente mientras reunimos patrocinios: por una nueva izquierda anticapitalista y 15 puntos de ruptura para proponer un nuevo Chile de quienes nunca hemos gobernado, las y los trabajadores y los pueblos. Es decir, programa y organización para llevar adelante dichas propuesta, un partido revolucionario, la estrategia de nuestra organización. Posteriormente, activamos una orientación hacia LdP para dialogar con quienes hacían experiencia con una nueva referencia y presentarnos desde una trinchera revolucionaria. Distinta táctica a la utilizada por el MIT por ejemplo, con quienes nos compara permanentemente con muchas ganas de asignarnos su política y tácticas, allí el método de la amalgama, de sumar elementos para confundir, no para sacar conclusiones, un método que ya es antiguo en esta organización y que está lejos de ser revolucionario.

Otro pequeño elemento que se “le pasa” al escriba en su articulo es la particularidad de que la Lista del Pueblo y otras listas de movimientos sociales y candidaturas independientes irrumpen como un fenómeno descomunal en esa elección, provocando un sismo que pocos días después sacudió al conjunto del régimen. A Puelma no le importa, prefiere escribir tranquilo luego de los acontecimientos fragmentos como este: “Movimiento Anticapitalista planteó en su balance que la Lista del Pueblo ‘fundó su acumulación sobre la base de referencia a la revuelta, iconos del estallido social y lo popular y definiciones amplias que permiten contener en un mismo espacio sectores de izquierda y posturas liberales, sin un programa que sustente un objetivo difícilmente se pueda avanzar’. Es decir, que el programa era ambiguo.[i]


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No compañero, el programa no era ambiguo, el programa era insuficiente, no revolucionario, reformista, pero estaba combinado con referencias a la revuelta y a los íconos del estallido, por lo tanto, múltiples sectores que apostaban a esa construcción lo hacían desde el punto de vista de esa experiencia y no les servía la sentencia de Puelma para convencerse de lo contrario, porque su sentencia claramente no estaba interviniendo en la realidad. Desde el Movimiento Anticapitalista lo que hicimos y reivindicamos, más allá de lo electoral, es acompañar una experiencia advirtiendo sus límites y proponiendo política y método. Al contrario como lo mide Puelma en su análisis, no lo medimos por “electoralismo”, un ejemplo claro es que  si nos motivara la participación electoral sin más, hubiéramos integrado las listas del PTR en los últimos lugares como nos proponían y bajo la noción de “unidad” condicionada por sus intereses propio como pasó en su lista de la CC al invisibilizar a las otras fuerzas que la integró, sin dudas era más seguro y sencillo para estar en la papeleta ese camino y además probablemente hubiéramos obtenido más votos que el resto de la lista como sucedió en la elección anterior, pero decidimos dar una pelea por ser parte de un fenómeno mayor, en el que un sector importante de nuestra clase y de las, los y les protagonistas de la revuelta tenían puesta la vista y hacernos parte invita a que quienes tenemos política revolucionaria podamos ser alternativa.

Por último, Puelma se refiere a que intervinieron dentro del proceso de las asambleas del pueblo, con una política clara y definida, sería importante que mencionara en que asambleas, porque al menos de las que tuvimos oportunidad de participar, no los vimos, al menos no diciendo que eran militantes del PTR.

La Lista del Pueblo y la necesidad de una nueva referencia política

No vamos a reiterar aquí las decenas de artículos que escribimos sobre la coyuntura, la Lista del Pueblo y nuestras posiciones. Le pedimos a Puelma que se tome el trabajo de hacerlo si le interesa una polémica honesta.

Desde el Movimiento Anticapitalista intervinimos pública y lealmente en todo el proceso, esto es lo que nos ha permitido poner en debate temas de fondo, anticapitalistas y socialistas, también generar confianza y articulación con importantes compañeras y compañeros, que luego de la rebelión social buscan una forma de transformar todo y no esperan lideres de papel sino fuerzas que se atrevan a hacer la experiencia común. Estamos orgullxs de eso, las chicanas electoralistas de Puelma detrás del computador, no hacen más que confirmar nuestro camino. Por otra parte, si la unidad de las y los revolucionarixs es tan relevante como plantea ¿Porque sólo proponerla ahora con fines electorales? De nuestra parte, la unidad no se construye escribiendo desde la silla, se lleva adelante interviniendo tácticamente en los procesos, dando debates, reconociendo y respetando las diferencias, algo que a estas alturas de la historia debería estar más menos claro, lamentablemente aún no para Puelma.

Las y los compañeros de TP sin ir más lejos, con quienes construimos lazos y nos vamos reconociendo en este proceso, nos reafirman en esta decisión. Estamos en los primeros pasos de un camino que esperamos sea prospero, reconociendo nuestros debates, distintas posiciones y también los acuerdos, debatiendo sobre la base de intervenir, no por el mero placer de repetir fórmulas, sino por la construcción de una nueva referencia política con un arraigo en la clase trabajadora, la juventud, los sectores populares, el movimiento feminista, las luchas por la defensa de la naturaleza. Con arraigo en un feminismo combativo, de la clase trabajadora, la pelea por los derechos humanos de ayer y hoy y por supuesto la lucha contra el extractivismo, el saqueo y el despojo capitalista de nuestros territorios, con una cooperación y una acción común que comienza a superar los límites de la región metropolitana.


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Es decir, utilizando la actuación electoral y la política para construir organización revolucionaria, no como pretende el escriba del “yo sabía” al definir todo por si hay una candidatura o no en las próximas elecciones lo que constituye un verdadero electoralismo estéril y pequeño burgués que esperamos los compañeros del PTR superen pronto ya que está planteado en nuestro país construir una alternativa superadora, luego de muchos años de hegemonía del PC o el autonomismo, pero no será sobre la base de intentar aleccionarnos entre nosotres, sino más bien de construir canales de diálogo con la rica realidad que vivimos.

Un repaso a los clásicos, para no culpar a Trotsky de la falta de rigor de algunos de sus seguidores

En nombre del trotskysmo se han llevado adelante bastantes practicas carentes de rigurosidad política, eso combinado con el stalinismo genera confusiones en sectores importantes que nos parece necesarias aclarar para la política del marxismo revolucionario.

En la década de los 30’ del siglo pasado León Trotsky escribía que el sectarismo no comprende la acción y reacción dialéctica entre un programa acabado y la lucha viva -es decir, imperfecta y no acabada de las masas”[ii] y vemos en esta cita la síntesis de la impotencia que plantea el dirigente del PTR, ya que por un lado traza un signo igual al resultado de la experiencia política con el desarrollo y génesis de la misma, en dónde la relación dialéctica entre las pretensiones y limites de un fenómeno política encuentran puntos de disputa de franjas sociales que rompen con lo viejo de “forma imperfecta”, por lo tanto, al no generar política para disputar procesos lleva al escepticismo del “no se puede” y el “se los dije” aunque de una tribuna ajena y disociadas con quienes buscan nuevas referencias, muy disímil a la tradición del marxismo revolucionario que implementó a lo largo de la historia diversas tácticas para acelerar la experiencia política de nuevos actores y actrices y de esa forma fortalecer la estrategia revolucionaria. Aunque dicho error en la lectura de Puelma puede leerse sobre un “izquierdismo” que lavaría las intensiones, la verdad es que abre la posibilidad a la reconfiguración y la decepción, allanando el camino a las variantes reformista, es por eso que no es de extrañar que tras cada trazo de verdad intencionada de Puelma hay un claro denominador electoralista para analizar, subordinando las tareas de las y los revolucionarios de transformarse en una verdadera referencia al calor de los acontecimientos y aprovechar, lo que debería ser una táctica, en un fin para ratificar un rumbo de autorreferencia. Aquella línea de acción del PTR no debería impresionar por las políticas que emplea en otros lugares del mundo con su pequeña internacional, en Francia convivieron años dentro de un fenómeno amplio como es el NPA, en Brasil y Perú pedían candidaturas en expresiones como el FA o PSOL y en EEUU nunca esclarecieron su posición con el DSA, es decir, en cada lugar miden su actuar con la posibilidad o no de activar electoralmente, aunque con una retorica izquierdista sin sustento critican otros sectores. Ni fu ni fa, centristas en función del análisis electoral.

Desde el Movimiento Anticapitalista tenemos una agenda clara, avanzar en el sentido que hemos expresado como organización revolucionaria, con debates y reconociendo las diversas experiencias que en la realidad van surgiendo, ese es el camino al que llamamos a sumarse a las y los activistas que se han desencantado con la Lista del Pueblo pero no con lo que representó en la escena política, es posible organizarse desde la base y con un programa para transformar todo, necesitamos paciencia y avanzar a fondo en los debates y la acción común y sin dudas podremos avanzar. Invitamos a las compañeras y compañeros que coincidan con estas líneas a sumarse a impulsar esta perspectiva.


[i] Puelma, F. (2021). Oportunismo electoral y lavadas de mano frente a la debacle de La Lista del Pueblo: https://www.laizquierdadiario.cl/Oportunismo-electoral-y-lavadas-de-mano-frente-a-la-debacle-de-La-Lista-del-Pueblo

[ii] Trotsky, L. (1936). Sectarismo, centrismo y la Cuarta internacional: New Militant.