Por Joaquín A., Movimiento Anticapitalista
Un nuevo episodio sumó la Lista del Pueblo a su crisis con la falsificación de las firmas notariales por Ancalao para presentar su candidatura presidencial. Un hecho enmarcado en una dinámica apolítica y de métodos burocráticos que hacen carne a la Lista. Contrario a los opinologos del régimen, estos fraudes de maniobreros oportunistas se combaten con organización democrática y programa transformador.
Previamente ya habíamos escrito sobre el proceso de intercambio y nuestra política hacia la Lista del Pueblo, sumando iniciativas unitaria para asumir el desafío de fortalecer el fenómeno más dinámico de la política que fue surgiendo luego del 18 de octubre del 2019, y que logró la votación más destacada en la Convención Constitucional como novedad contra los viejos partidos. Aquel proceso, positivo por lo demás, rápidamente encontró sus límites al sostenerse como una referencia amparada en la lógica del marketing electoralero justificado en una dinámica apartidista y apolítica, proceso que fue constituyendo sus puntos cardinales para su quehacer político:
– El relato “contra todo” devino en vocerías afines a ONG’s pro imperialistas.
– El “horizontalismo” apartidista constituyó un verticalismo burocrático, en dónde un grupo, el “consejo”, decidía sin consulta democrática de base.
– La “inclusión popular” fue una primaria de baja intensidad, anclada en la recolección de patrocinios sin debate programático.
– El apoliticismo imperante logró sostener un proceso de purgas internas y acusaciones de “sapos” y “traidores”.
Estas son algunas de la nota de intencionalidad en la corta vida del proyecto Lista del Pueblo, a su vez, aún con todas esas contradicciones de la dirección o “consejo”, LdP canalizaba la ruptura a nivel electoral con las viejas variantes del régimen de los 30 años, sumando un factor de irrupción que molestaba a los partidos del orden en su esfuerzo por sostener el Acuerdo por la paz y la nueva constitución, es decir, en cerrar filas para que el pueblo no se haga parte de la política. Entonces, hoy ante el fraude que encabezó su carta presidencial, Diego Ancalao, es fundamental fijar posición independiente a los voceros del poder, desde dicho lugar podemos sacar tres conclusiones.
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La primera es que la propia voluntad de la dirección de la Lista abría la posibilidad de detonar en un proceso como el que vemos hoy en la falsificación de firmas notariales (de un notario fallecido y de una notaría que dejó de funcionar en el 2018), por sus mecanismos viciados y contradictorios, ya que el discurso apartidista rápidamente cerró fila tras un personaje con una hoja de vida situada en la DC y sus satélites, ahora con su presentación de “independiente” le bastó a LdP para declarar a Diego Ancalao su representante a presidente, mientras que combatió todo sector que haya militado en la izquierda y más, acusando a toda disidencia de “venderse a partidos”, sin distinguir posición de clase y programa.
En segundo lugar, el SERVEL es un organismo al servicio de los partidos de la burguesía, institución que su función es priorizar un sistema anclado a la alternancia del poder entre sectores que gobiernan para el capital. Esto explica el porqué las diversas trabas para la participación de independientes en el proceso y la suma de trabas constantes a la partición democrática de actores y actrices fuera del círculo partidario de los 30 años, en el mismo sentido, también se expresa con la nula fiscalización y sanción a los hechos de re fichaje ilegal a los partidos o bien, en los casos declarado de corrupción. Este último hecho es la piedra angular del matrimonio político-empresarial del arco político convencional y el SERVEL es la institución para garantizar la estabilidad de la lógica del régimen. Gobernar para el 1% tiene sus réditos en la casta política. Por lo tanto, hoy los oportunistas desde el FA hasta la derecha ven en LdP la posibilidad de criticar cualquier posición de hacer política por fuera de los parámetros de los partidos del orden, un hecho claro para defender sus intereses y los escollos antidemocráticos para la participación popular en las instancias de decisión.
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En tercer lugar y bajo nuestra perspectiva lo fundamental para combatir la decepción de quienes vieron una alternativa y las intenciones oportunistas tras el fracaso de LdP, es que lo “independiente” despolitizado y de quienes reniegan la organización militante para combatir el capital, no son opción para generar una política transformadora como alternativa a lo viejo, ya que el horizontalismo sin confrontación de ideas por la base y de buscar mecanismos de síntesis colectiva hace prevalecer el verticalismo burocrático como pasó en LdP o en otras experiencias previas como el autonomismo. Es por eso que de nuestra parte construimos el Movimiento Anticapitalista con la voluntad de sumar fuerzas, visiones de muchas y muchos, con control de abajo hacia arriba para impulsar un programa para transformar todo, mientras que insistimos en la participación e inserción en los organismos que constituye la clase trabajadora y nuestros pueblos como instancias decisivas para la transformación social y único contrarrestante a las presiones del régimen. Con dicho GPS pensamos que en unidad en la diversidad podemos con diferentes sectores construir una alternativa radical desde y para el 99% y que no sea de unos pocos. Hoy sacar las lecciones del fracaso de la Lista nos fortalecerá para constituirnos como referencia para nuestros pueblos, con estas perspectivas construimos un polo anticapitalistas y revolucionario con TP que nació desde la apertura táctica a nivel electoral y que expandimos a todas las luchas, un proceso buscamos robustecer con diferentes actrices y actores rebeldes. Te invitamos a sumarte con nosotres y hacer fuerte estas ideas junto al Movimiento Anticapitalista.