La derecha no va más, otro ministro del Interior fuera

Por Joaquín Araneda, Movimiento Anticapitalista

Renunció Víctor Pérez al ministerio del Interior luego de aprobarse la acusación constitucional en su contra en la Cámara de Diputados. Un nuevo golpe al gobierno y a la derecha.

El pinochetista Víctor Pérez fuera

Fue tras la votación por el retiro del 10% de los fondos de AFP que Piñera renovó su gabinete e impulsó una orientación de mano dura promoviendo a Víctor Pérez en el ministerio del Interior, un colaborador de la dictadura, fundador de la UDI y ligado al empresariado.

En una clara apuesta por recuperar figuras estilo Chadwick, Pérez es parte de la orientación represiva y de violaciones sistemáticas de los derechos humanos promovido por el gobierno desde el estallido de la rebelión, aunque contrario a sus propósitos, la respuesta popular es clara ante las arremetidas nostálgicas de la dictadura. Es así que tras el intento de asesinato por parte de las fuerzas represivas a un menor de edad al arrojarlo del puente Pio Nono en las inmediaciones de Plaza Dignidad se retomaron fuertemente las movilizaciones y pusieron el acento contra carabineros y la responsabilidad política de Pérez y una vez más de Piñera.

Nuestra compañera Maura Gálvez – Bernabé declaró: “La rebelión da golpes duros a la derecha y los ministerios del Interior efímeros debido a su inestabilidad. Ahora es el turno de Pérez, quien venía a poner orden y control desde el pinochetismo. El nuevo Chile no perdona la impunidad”. Y es así, en menos de un año han sido tres ministros a cargo y todos rotundamente repudiados, primero Chadwick, luego Blumel como rostro “rejuvenecido” con quien el Frente Amplio apostaba dialogar en plena rebelión y ahora es el represor de Víctor Pérez Videla.

No tan sólo el ministro. Es Piñera y todas las fuerzas represivas

Camilo Parada, militante del Movimiento Anticapitalista y referente en las luchas por los derechos humanos manifestó que “la renuncia de Pérez pone en evidencia lo que hemos dicho desde el principio, la permanencia de este gobierno es insostenible, violaciones sistemáticas a las DDHH, presxs políticxs, manejo deficiente de la pandemia: #FueraPiñera”

La propia acusación constitucional, limitada al depender del congreso y los representantes de los partidos de los 30 años, dejó en evidencia lo que la protesta social no para de denunciar: El gobierno es responsable de declarar la guerra al pueblo.

Si Piñera sigue a cargo del país es producto del Pacto por la paz y la nueva constitución que avaló la impunidad en las violaciones de derechos humanos, es por eso que no nos podemos limitar en políticas que agitan el Frente Amplio y el Partido Comunista para meramente confiar en los canales institucionales que se construyeron en dictadura, ya que una verdadera política contra la impunidad es ir contra Piñera y que paguen con cárcel todos los violadores de derechos humanos, exigir la disolución de los pacos y que todas y todos los presos políticos estén en libertad.

Para ir contra toda la herencia de la dictadura necesitamos una izquierda anticapitalista

La debilidad del gobierno es clara y nuevamente quedó demostrado. Aunque hay sectores de la izquierda nacional e internacional que en una lectura conveniente han planteado que la “derecha es fuerte”, observando sólo una parte de la realidad. Así simplifican sus lecturas al analizar fenómenos como Bolsonaro o Trump sin ver la fuerte respuesta que despiertan a nivel social que los debilita estructuralmente.

Aquella caracterización errada lleva a conclusiones políticas posibilistas, es decir a orientar su intervención en “lo menos malo”, asimilándose rápidamente a posiciones como “todos contra la derecha” para poder entregar su apoyo a sectores de la socialdemocracia o el progresismo, los mismos que han gobernado durante años bajo la constitución de Pinochet en el caso chileno o aquellos que abrieron las puertas a la derecha al aplicar ajuste y represión contra el pueblo como en el caso de Brasil a mano del PT o el Partido Demócrata en EEUU.

No obstante opinamos que, pese en justificar estas políticas bajo la concepción de “enfrentar a la derecha” terminan generando completamente lo contrario, por un lado no sólo permiten a otras opciones de la burguesía garantizar su poder, sino que la agenda de estas variantes es símil a la derecha al no tener margen de otorgar algún derecho duradero en un escenario de una profunda crisis económica, hace pocos días vimos al gobierno de Fernández – Kirchner en Argentina desalojar con métodos brutales una toma de terreno, mientras gobierna con el programa de FMI.

En Chile es evidente, la izquierda parlamentaria del Frente Amplio decidió pactar con el gobierno y la derecha pinochetista, así amarraron la impunidad y restringieron el cambio constitucional. A su vez, legislaron leyes represivas contra la movilización social, mismo actuar del Partido Comunista que es parte de la cocina del pacto y durante la pandemia votó una ley para que la crisis la paguen quienes trabajamos.

Entonces, una política contra toda la herencia de la dictadura no cabe en los márgenes de dialogar con la derecha y aumentar las dimensiones que no tienen, las manifestaciones desde el 18-o, el apruebo, el sentimiento anti paco y contra la impunidad que arrasa en el país es síntoma que podemos ir por todo, fuerzas existen, hace falta una izquierda que no pacte y no se conforme a medida de lo posible. Es por eso que nos organizamos en el Movimiento Anticapitalista, analizando colectivamente para comprender nuestra realidad sin perdernos en posiciones “autojustificatorias», deliberamos todo democráticamente e impulsamos una política revolucionaria para transformar radicalmente la vida. Es por eso que te invitamos a sumarte para hacer fuerte una posición anticapitalista.