Por J.A, Movimiento Anticapitalista
Mañana se llevará a cabo el plebiscito por una nueva constitución, una semana después de las multitudinarias manifestaciones a lo largo del país que conmemoraron el inicio de la rebelión. Aprobar y retomar el camino de octubre para ir por una verdadera Asamblea Constituyente.
Octubre como GPS
Se cumplió un año del 18 de octubre, fecha inaugural del asalto a las calles del pueblo chileno que cuestionó la arquitectura del modelo, desmantelando el discurso de “oasis” que vociferaba Piñera como luz de estabilidad capitalista y, además, se derribaba la ideología del “no se puede”.
Las claves del proceso apuntan a un cambio brusco de nuestra historia, la consigna “no son 30 pesos, son 30 años” expresaba la acumulación de las contradicciones de un modelo constituido en dictadura y prolongado hasta la fecha, identificando de esa manera por un lado la constitución como pilar central del capitalismo-neoliberal decadente y al gobierno como responsable político de la deriva represiva y precarizadora. Una nueva constitución y fuera Piñera sintetizaban las demandas de octubre como motor de las ansias de cambios.
Ese trayecto de autoorganización, movilización y enfrentamiento contra las fuerzas represivas germinaban las ideas de una nueva institucionalidad alejada de la acumulación de unos pocos, la creatividad popular en asambleas territoriales discutía que tipo de país se debía construir y se votaban programas para recuperar los bienes comunes; por el derecho a un salud, vivienda y educación gratuita; por toda la agenda del movimiento feminista; por el fin a las AFP y un sistema de seguridad social; por otra democracia sin castas políticas. En fin, la lucha parió una hoja de ruta para reorganizar todo sin Piñera y que pudieran participar quienes nunca lo habíamos hecho, el pueblo trabajador.
Convenciones a medida del Pacto
El calendario del cambio constitucional se desplazó por la cuarentena para el próximo domingo 25 de octubre, estamos a días de esta fecha icónica que demostrará una vez más lo que el pueblo ya plebiscitó en las calles: no queremos más la constitución de Pinochet.
Aunque este trayecto, con sus fechas definidas, nació a partir del Pacto por la paz y la nueva constitución, acuerdo que involucró al Frente Amplio, la ex – Concertación y a la derecha pinochetista, mientras que el Partido Comunista garantizaba la inmovilidad de la CUT. Así cerraban filas como respuesta a las perspectivas transformadoras de las calles y que tuvo como punto álgido el 12 de noviembre con la huelga general que dejaba tambaleando al gobierno, tres días después sellaban sus propósitos, el 15 de noviembre.
Por un lado, salvaban a Piñera de caer y de esa forma evitar que se debilitara el conjunto del régimen político y por otro, instauraban los diques para contener el cambio constitucional. La ley 21.200 que reglamentará el proceso impide tocar los tratados internacionales, incorpora los 2/3 como formula para antidemocrática de resolver debates en la constituyente y, además se regirá con la actual ley de partidos políticos, es decir serán los mismos responsables de lo 30 años, mientras que se deja fueran a los menores de edad y las instancias autoroganizadas.
Estas medidas tramposas funcionarán tanto para la Convención Mixta (CM) como para la Convención Constituyente (CC), es por eso que no es de extrañar que tras el Apruebo / CC podemos encontrar al conjunto de la ex – Concertación y cruza fronteras a la derecha, expresión de sus limites.
El Pacto es más que una formalidad, ya que funciona como amparo de gobernabilidad y así se ha demostrado hasta el día de hoy, en dónde la agenda represiva y de ajuste involucra la participación de todos los partidos de la cocina, incluido el PC y el FA, esquema que en medio de la crisis sanitaria se ha profundizado y puesto a prueba. Ejemplo de aquello es la ley de protección al empleo que votó el PC, dejando a miles de familias sin remuneraciones en tiempos de crisis y previo a la conmemoración del 18-o todos llamaban a movilizarse para evitar una nueva demostración de la fuerza social que no suelta las calles.
El 25 aprobamos, marcamos AC – Fuera Piñera e impulsamos alternativas
Sin dudas, somos parte de las y los millones que estuvimos en las calles durante meses en contra de la herencia de la dictadura, por lo tanto, no titubeamos e iremos a votar y marcaremos apruebo, aunque no nos conformamos a las fronteras del Pacto, es por eso que en la segunda papeleta marcaremos AC – Fuera Piñera.
Esta formula es una síntesis de un trayecto que se debe seguir expresando más allá del voto, ya hemos dado forma al Comando por una AC libre y soberana que reunió a más de trecientas personas en una asamblea abierta para discutir estas ideas hace pocos días y hemos recuperado las plazas del país contra la impunidad. Fuerzas sobran y no podemos delegar este impulso transformador a los partidos de siempre, es por eso que tenemos una tarea urgente que no puede limitarse al 25 de octubre. Desde ya te invitamos a ti a impulsar una alternativa anticapitalista para que en los momentos decisivos no pacte y vaya por todo, nuestro propósito como Movimiento Anticapitalista y que promovamos juntas y juntos la unidad que hace falta para que la izquierda radical, los movimientos sociales, feministas y de la clase trabajadora pueda estar en la constituyente y a su vez, recuperar con fuerza las calles para que de una vez por todas gobernemos quienes nunca hemos gobernado.