Por Camila Millaray, Movimiento Anticapitalista anticapitalista
A comienzos de junio, la diputada del PC, Karol Cariola ingresó un proyecto de ley que busca la incorporación de permisos temporales para personas que realizan actividades solidarias producto de la crisis sanitaria y económica, como son las ollas que se erigieron a lo largo del país como expresión de auto organización frente a los embates de la creciente hambruna. Cooptación institucional y reglamentación de la organización, las intenciones de la ley.
No necesitamos de “sus” permisos para organizarnos
Las ollas populares han sido la primera línea en las distintas poblaciones del país, una respuesta a la creciente precarización de la vida que genera la crisis y las políticas del gobierno. Hoy son mas de 1 millón de nuevos desempleados y desempleadas.
Esta iniciativa de ley impulsada por el PC, se le suma la idea de parlamentarios de la UDI, quienes realizaron un llamado urgente al gobierno para que elabore un programa oficial sobre la alimentación comunitaria, así proponiendo que el organismo que debiese estar a la cabeza de estas acciones sea la JUNAEB, los “expertos” en el tema. Ante estos requerimientos, el gobierno a través de la Subsecretaria de Prevención del Delito emanó un protocolo para las ollas comunes, el cual consiste en un “permiso de circulación” que autorizarían los pacos. Una verdadera búsqueda para la institucionalización de la solidaridad de clase, la cooptación y represión estatal.
La formulación pretende realizar un catastro de todas las organizaciones sociales y políticas que se articulan en los territorios, evidentemente, no para “apoyar y facilitar estos procesos de solidaridad”, sino más bien para tener un control de la información de quienes se organizan. Esta política que impulsó el Partido Comunista y que perfeccionó el gobierno y las fuerzas represivas del Estado, solo buscan poner freno a las nuevas organizaciones territoriales que se están articulando en el país.
Piñera junto a los partidos del régimen saben que es precisamente en la olla común y asambleas territoriales que aún están en desarrollo, lugares que pueden ser gérmenes de autoorganización popular, por lo tanto impulsan la inserción del aparataje estatal, rompiendo la independencia política y transformarlo en instancias “despolitazadas”.
No es de extrañar que el gobierno ratifique este rumbo autoritario, aunque tampoco lo es que sea a través del PC dónde encuentro un “aliado” para avanzar en este tipo de leyes. Por un lado, el Partido Comunista, quiere romper la autonomía territorial, por otro desmoviliza a los sindicatos y a la CUT ante la profundización del ajuste y despidos que está dejando la crisis.
Frente a la crisis, auto organización popular y organización anticapitalista
La defensa de las auto organizaciones para enfrentar la crisis es de primera necesidad, recordemos que las ollas comunes, así como cualquier expresión de solidaridad, se genera para confrontar la miseria estatal que busca que la crisis la pague el conjunto de las mayorías que trabajan.
La articulación territorial a través de las ollas populares es en defensa propia, su autonomía e independencia política es central. A su vez, trazar puentes entre las organizaciones sindicales es fundamental, de esta forma planificar una ruta para poner en pie las medidas que hacen falta para el pueblo trabajador:
Renta Universal Básica no menor a 500mil pesos, financiada por impuestos a las grandes fortunas.
Frenar los despidos, derogar la Ley de Protección al Empleo. Ante empresa o fabrica que quiera cerrar, que pase al Estado administrada por las y los trabajadores.
Plenos derechos democráticos: frenar la injerencia estatal en la autoorganización, fuera los milicos de las calles.
Por un sistema único de salud, universal y gratuito bajo control de las y los trabajadores y usuaries.
Estas reivindicaciones son de emergencia para que la crisis no la paguen quienes movemos el mundo, medidas que implican enfrentar a la ganancia privada para poner la vida, el trabajo y la salud por sobre los beneficios capitalistas. Es por eso que nuestra propuesta invita a construir junto a nosotres el Movimiento Anticapitalista, porque hoy más que nunca ser anticapitalistas es en defensa propia.