No delegar nuestra fuerza, construir organización Anticapitalista y revolucionaria.

Para no perder en abril hay que organizarnos ahora

En los medios, las declaraciones de los partidos, pero también en el terreno de los movimientos sociales comienza a ganar fuerza el debate sobre la aprobación o el rechazo en el plebiscito del 26 de abril. Pero ¿Qué resolverá esa instancia? ¿Qué pasa con la voz de la calle? ¿A qué juegan los partidos? Desde el Movimiento Anticapitalista queremos aportar al debate.

Organizar la fuerza de las calles en un nuevo espacio político

Quienes entendimos que el 18 de octubre estalló un modelo trágico para nuestro país, que se encargó durante años de hundirnos en la miseria, reprimir nuestros derechos y limitar el futuro de nuestra juventud, en el mejor de los casos, a un empleo precarizado y una enorme deuda educativa, vimos con expectativas las posibilidades de transformación que se abrieron.

No solo vimos, sino que nos lanzamos a las calles junto con esa enorme marea popular que transformó nuestro país en algunas semanas, superó la “guerra” que le decretó el asesino Piñera y siguió adelante conquistando la apertura de un proceso que era negado por el poder.

Esa fuerza ha comenzado a retirarse de las calles, pero es evidente que continúa latente y dispuesta a hacerse oír ante cualquier golpe (así lo demostró la respuesta ante el asesinato de Neko por parte de los pacos), y no solo eso, también se pregunta ¿ahora qué? ¿Alcanza solo con pensar en que votar el 26 de abril? Sin dudas la respuesta es no, no alcanza con eso, necesitamos que esa fuerza de la movilización decante en organización social y también en organización política.

Este es el primer punto que colocamos en el debate, porque es evidente que la gran mayoría de los partidos, parlamentarios y no, apuestan a un camino institucional donde la participación de las mayorías se limitaría solo a voto por alguno de ellos. Los mismos del pacto, los que salvaron a Piñera y hablan de “extremismo” desde EEUU, como Giorgio Jackson. Los y las chilenas ya tenemos experiencia en estos temas, conocemos como terminaron las experiencias “institucionales” al socialismo. La institucionalidad de los ricos no es más que una máquina para aplastar a las grandes mayorías, un camino sin salida. Frente a esto, cualquier “participación” en estos espacios y procesos tiene que estar motivada por la explicación de este aspecto, pero, además, lo central pasa también por tonificar y extender la organización social en asambleas, cabildos y todas las instancias que nos permitan discutir desde la base como concretar nuestras demandas.

El otro aspecto clave pasa por la organización política, como un elemento fundamental de unidad y coordinación de fuerzas, como forma de cristalización del programa de la revolución, como la posibilidad de tener una herramienta que, contrariamente a los partidos del pacto, empuje hacia adelante. Es mentira que “todos los partidos son iguales” habemos quienes nos proponemos desarrollar la movilización y el programa de la revolución y quienes se proponen ahogarlos, habemos quienes tenemos métodos democráticos y quienes firman pactos a espaldas de las bases, habemos quienes peleamos por terminar con la institucionalidad de los ricos y otros que la defienden para obtener privilegios.

Creemos que ha llegado el momento de que quienes defendemos estas perspectivas nos reunamos y pongamos en marcha un partido de la revolución, desde el Movimiento Anticapitalista estamos a disposición de esta tarea tan necesaria.

Una campaña unitaria por nuestras demandas

En artículos anteriores desarrollamos nuestra propuesta de realizar una gran campaña para impulsar nuestras demandas articuladas en primera medida en el sostenimiento del reclamo de que el asesino Piñera se vaya y la puesta en pie de una verdadera Asamblea Constituyente libre, soberana y plurinacional. Esta campaña podría servir sin ir más lejos, para generar una confianza común y un recorrido común entre quienes participamos de este enorme proceso.

Además de fortalecer el reclamo por No más AFP, educación y salud gratuitas y de calidad, libertad de todos y todas las presas políticas y el final de la impunidad de pacos, milicos y políticos asesinos, el aumento general de los salarios y pensiones acordes al costo de vida, entre otros puntos. Hacía el 8 y 9M se convocan a protestas y la huelga general productiva y reproductiva, en dónde el “Fuera Piñera” debe sonar fuerte, expresión de una política del feminismo que ya de años atrás se viene acumulando y formulando una serie de demandas que choca directamente con los limites de un pacto a la medida de la Derecha: aborto legal, seguro y gratuito, educación y salud feminista, presupuesto de emergencia contra la violencia machista, etc. En ese sentido también podríamos fortalecer la participación en las acciones de cara al próximo 8M y 9M, que sin dudas será un nuevo hito en la lucha de millones de mujeres trabajadoras y el conjunto del pueblo movilizado.

Esta perspectiva unitaria impulsaremos con fuerza desde el Movimiento Anticapitalista en esta coyuntura y te ofrecemos que lo hagas con nosotros y nosotras, participando de nuestras reuniones y debates y ganando la calle juntos y juntas para que este programa se extienda y cobre fuerza.

La derecha busca reorganizarse

Es evidente que un sector que sufrió el golpe del 18 de octubre con fuerza fue la derecha, durante meses respondieron desarticulados y con cero presencias de calle. Apostando a la represión institucional violenta pero sin una referencia solida, con Piñera con la imagen por el piso, los partidos con debates y crisis internas, etc.

Es lógico que así sea, son los principales responsables de los peores años de Chile, los de pasado y los del presente.

Sin embargo, en el último tiempo un sector de este espacio, el más podrido, ha encontrado alrededor de la campaña por el rechazo un eje unificador que les permitió asomar cabeza, tímidamente aún en cuanto a movilización, pero con la violencia que los caracteriza en las publicidades y propagandas por las redes sociales y en las declaraciones de sus dirigentes.

¡Menuda ayuda le dieron los firmantes del pacto a estos momios! No podían salir de sus cuevas y les construyeron una “opción electoral” para que se expresen y unifiquen sus fuerzas, ya sabemos también lo que sucede cuando se fortalecen estas opciones, por eso una tarea fundamental de la coyuntura es aplastar este intento de la derecha pinochetista de asomar la cabeza, suficientes años nos tuvieron bajo sus botas, demasiada sangre nos costó como para tolerar ahora sus campañas violentas y fascistas.

Que no te engañe la “prescindencia” del gobierno, sin dudas coinciden mayoritariamente en sostener la actual constitución o cambiarla lo menos posible, lo único que los obligó a cambiar fue la movilización, por eso debemos sostenerla, lo único que nos permitirá ganar esta pelea es la organización, por eso tenemos que concretarla.

Sumate a militar con nosotros, nosotras y nosotres

Nos movilizamos por cientos de miles, por millones. Enfrentamos la represión de los milicos y los pacos. Ganamos la plaza y la transformamos en Dignidad. Impusimos un programa desde las calles que nadie puede desconocer en Chile. Obligamos a los momios del parlamento y el gobierno a aceptar que la constitución y el régimen de Pinochet no van más.

Gracias a eso ya nada será igual en nuestro país, pero aun nos falta mucho, que botar a Piñera y a toda su corte, falta liberar a todas y todos los presos políticos, falta concretar nuestras demandas, falta que dejen de gobernarnos los mismos de siempre y pongamos en pie un gobierno de quienes nunca gobernamos, los y las trabajadoras, la juventud y el pueblo. Para eso hace falta una herramienta política coherente y consecuente, militante y democrática, dispuesta a dejar todo para que ganemos de una vez por todas esas batallas. Ven a construirla con nosotros, nosotras y nosotres en el Movimiento Anticapitalista

M. Miranda, Movimiento Anticapitalista.