El movimiento estudiantil que surgió en Europa pone de manifiesto las consecuencias del cambio climático en el “viernes por futuro».
La irracionalidad del capitalismo y su crisis es sintomático con el surgimiento de personajes como Trumps y Bolsonaro -que niegan el cambio climático- rostros genuinos de un sistema que vive de la apropiación del trabajo ajeno y que deprada el ecosistema, monopolizando la economía y las decisiones en manos del 1%.
Para activar el freno de emergencia: transformar la sociedad, no el clima.
Los indices plantean que en el corto periodo las consecuencias de mantener el modo de producción basado en la quema de combustibles fósiles será catastrófico para la vida como la conocemos. Por lo pronto es necesario plantear un nuevo enfoque, nuestra propuesta implica la urgencia de sustituir la matriz energética por limpias y renovables, prohibir la megaminería, recuperar la soberanía alimentaria (sin transgénicos ni agrotoxicos), espacios verdes y públicos, protección del agua potable y los bienes comunes. Para eso es fundamental resolver el problema de la irracionalidad capitalista de la dinámica para el beneficio privado sobre el social y ambiental, por lo tanto debemos reorganizar la producción y el consumo a base de una lógica distinta: Planificar democráticamente a base de desiciones de mayorías.
Aquella hoja de ruta conlleva la movilización social, la democracia del y para 99% y una fuerza política que se proponga desmantelar el sistema para suplantarlo por un nuevo, reorganizado desde las y los trabajadores, la juventud y las mujeres, garantizando los derechos básicos que el capitalismo agrede y niega constantemente.
Transformar, revolucionar, dar freno a la barbarie capitalista. Socialismo en clave verde: (Eco)Socialismo.