El 7 de mayo anulamos la farsa constituyente y ante la resignación proponemos anticapitalismo

El domingo 7 de mayo son las votaciones para la elección de los “Consejeros Constitucionales”, pantomima electoral para un proceso cocinado de antemano por el conjunto de los partidos del arco político parlamentario y el gobierno, así intentan radicalizar la reacción contra las mayorías sociales para fomentar un nuevo ciclo de acumulación neoliberal con una copia de la constitución de Pinochet. Votamos nulo y proponemos anticapitalismo contra la resignación del malmenorismo.

Por Joaquín Araneda, Movimiento Anticapitalista

Anulamos contra la farsa y los pactos

El domingo se llevará a cabo la votación para elegir los “Consejeros Constitucionales”, elección que busca intentar legitimar un proceso constitucional antidemocrático y alejado de los intereses de las mayorías y muy cercano a los intereses de la minoría que mantiene el poder político y económico del país, la única minoría peligrosa. Es así, previo a cocinas y pactos, que los diversos partidos que componen el Congreso desde la derecha pinochetista hasta el Partido Comunista y el Frente Amplio firmaron el “Acuerdo por Chile” para diseñar un nuevo marco que les permita una nueva sobrevida del régimen que tras la rebelión de octubre del 2019 quedó golpeado por la irrupción popular, entonces, con un barniz y con los mismos de siempre, se pactó no cambiar nada y formular pantomimas democráticas como este 7 de mayo para actualizar la carta magna al ritmo de la derecha y de los representantes de los 30 años. 

Veamos:

–        La propuesta de la “nueva” constitución ya está escrita. El 06 de marzo se estableció la “Comisión de Expertos”, un grupo de dinosaurios designados por los partidos del Congreso para encargarse de redactar la carta magna. El remate es la presidencia de dicho espacio: Hernán Larraín, el amigo del enclave nazi de Colonia Dignidad y fiel colaborador de la dictadura de Pinochet.

–        Los “expertos” del saqueo se fundamentan en escribir la constitución en “las bases constitucionales” previamente pactadas, las cuales son 12 puntos inamovibles que reiteran la lógica de la Constitución de Pinochet, es decir, nada nuevo, solo una actualización del régimen de los 30 años.

–        Si no fuera poco, el Acuerdo por Chile contempla la creación del “Comité técnico de admisibilidad” que actuará como gendarme del proceso. Su rol será velar que toda norma se guíe por los puntos acordados del pacto.

–        Los Consejeros Constitucionales cumplirán el papel de aceptar o no la constitución presentada por la Comisión de Expertos y eventualmente proponer puntos sobre la misma, evidentemente guiados por las bases constitucionales pactadas y por el gendarme del Comité Técnico. No tendrán problemas, ya que las listas presentadas son las mismas que acordaron todas las trabas antidemocráticas para garantizar la continuidad del modelo heredado de la dictadura.

En síntesis, sobran argumentos para anular, la votación es una pantomima de un proceso ya cocinado y en dónde se extremó la reacción para sostener el modelo heredado de la dictadura. No la tienen fácil, por eso se preparan con la agenda represiva, la respuesta social será decisiva para el periodo que se abre, partiendo por votar nulo y organizar el descontento.

Chantaje malmenorista o el “hacerle el juego a la derecha”

En los últimos días los voceros del malmenorismo, principalmente del Partido Comunista y el Frente Amplio, han intensificado una campaña con una falsa idea: “votar nulo es hacerle el juego a la derecha”. El sólo repaso por el punto anterior ejemplifica cómo el proceso constitucional actual está cronometrado por los sectores más reaccionarios del país y avalado por quienes supuestamente se hacen llamar de izquierda que aceptan las reglas de un juego en donde los ganadores ya están coronados: los mismos de siempre, los grandes capitalistas. Por lo tanto, la justificación del posibilismo que hoy gobierna es la receta para activar la validación del proceso, es decir, votar para garantizar un mínimo de “legitimidad” a una constituyente que alejada está de los intereses sociales, en el fondo, garantizando el modelo que defienden y hoy les toca administrar.

Cuando se pacta con la derecha son los sectores conservadores quienes ganan, así se demostró en plena rebelión del 2019 cuando firmaron el “Acuerdo por la Paz y la Nueva Constitución” sentenciada con una fotografía que incluyó a Gabriel Boric y a pinochetistas en el mismo plano. Aquel pacto, padre del presente, fue el intento por desviar a las vías de las instituciones actuales la fuerza del estallido que anteponía en las calles el fuera Piñera y una nueva constitución para reorganizar el país, de esta manera, fue el salvataje a Piñera junto a los violadores de DDHH. y trabajaron para encauzar los ánimos transformadores a reglas preestablecidas y con un calendario electoral para pacificar las calles, hecho que la represión no había logrado. Dicha hoja de ruta del Acuerdo posibilitó levantar de la lona a una derecha golpeada, reanimando el voto castigo contra las políticas de Boric y reposicionándose con el cronograma institucional, efecto que aprovecharon aún más tras el plebiscito de salida del 04 de septiembre del 2022 con el camino abierto que les deja el progresismo neoliberal.


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Recordemos además que también en pleno estallido el Frente Amplio votó leyes represivas como la “ley antisaqueo” o la “ley antibarricada” para la criminalización de la protesta, mientras que el PC fundó su acción en desmovilizar las calles. Dicho telón fue el anticipo del actuar del gobierno de Boric, ya que argumentando sus “volteretas” en el triunfo del Rechazo, aprovechó para fomentar y activar la agenda de la derecha en un contexto de crisis social, ambiental y económica, es decir, aplicando una agenda represiva y de impunidad  con leyes de gatillo fácil, haciendo amalgama entre migración y problemas de seguridad, por tanto, criminalizando a la población migrante con militarización en la frontera, de la misma forma que hace en el WallMapu para garantizar el saqueo forestal, firmaron nuevos tratados neocoloniales como el TPP, suman más extractivismo con el litio y ampliación de expoliación con Anglo American. En contraparte, ninguna garantía social en un contexto de profundización de la carestía de la vida. Entonces ¿Quiénes le hacen el juego a la derecha?


Antídoto anticapitalista contra la resignación melmenorista: no basta con el nulo, organicemos la respuesta

Así como hoy los representantes del Partido Comunista y el Frente Amplio utilizan sus recursos en avalar el proceso y anteponer la falsa idea del “juego a la derecha” para el chantaje sobre el mal menor, lo han hecho también décadas para garantizar el duopolio alentando el fantasma de la derecha cuando gobiernan con ellos y sus políticas. Esta es una expresión que la defensa del progresismo de baja intensidad se basa en la administración del neoliberalismo, muy alejado de lo que verdaderamente debería ser una izquierda.

Y no solo eso, la experiencia reciente en el continente y en el mundo demostró que los autodenominados progresistas una vez en el gobierno aplican los planes capitalistas, acelerando la experiencia con ellos y así abren campo a la ultraderecha. Así se robustecen variantes como el populismo de PdG o del nazi Kast en el país, en Argentina se potencia Milei frente a Fernández que co-gobierna con el FMI, así llegó Bolsonaro a gobernar. Estas variantes reaccionarias se postulan en la polarización, enfrentarlos es enfrentar las políticas del gobierno del progresismo neoliberal construyendo izquierda anticapitalista que sea capaz de presentar una salida radical y de clase para que no seamos las mayorías quienes sostengan la crisis que ellos provocaron. Es por eso que votar Nulo no basta, quienes tenemos la misma perspectiva tenemos que poner nuestros esfuerzos para alentar la reconstrucción de espacios de articulación y coordinación y proponer una izquierda político y social para los tiempos que transitamos, para que la crisis la paguen los capitalistas. Esta propuesta es unitaria y diversa, nos proponemos aportar en ese camino.

Para hacer fuerte las ideas transformadoras te invitamos a impulsarlas juntos y juntas, tomando la política para construir la alternativa necesaria, para que en los momentos decisivos no logren pactar, al contrario, podamos ir por todo y por todo, fomentando las instancias más democráticas que surgen al calor de la movilización, organizando sindicatos combativos, asambleas, a la juventud, al movimiento socioambiental y feminista, sin miedo de enfrentar a los representantes del capital. Tenemos experiencia de sobra para rechazar la resignación del malmenorismo, hace falta impulsar lo que nos faltó el 18 de octubre: una reserva social dispuesta a tomar el cielo por asalto. Para esto nos organizamos en el Movimiento Anticapitalista en Chile y en todo el mundo con la Liga Internacional Socialista, antídoto anticapitalista militante contra el “no se puede” del malmenorismo. Súmate.