Movimiento Anticapitalista es una nueva organización política que nace a partir de las experiencias de las luchas sociales, populares y políticas que nuestro país viene brindando en el último tiempo, reconociéndonos participes en el desarrollo de una nueva generación que cuestiona la continuidad del modelo que instauró la dictadura y cimentado bajo el pacto transicional a manos de la ex-Nueva mayoría y la Derecha, representantes de la consolidación del neoliberalismo. La bifurcación que se manifiesta en la acumulación de diversas manifestaciones de gran envergadura que se gestan durante la última década no ha encontrado una respuesta propositiva que implemente nuevos horizontes transformadores hacia la superación del sistema y ponga en pie una nueva alternativa a partir de propósitos radicales.
Nuestro compromiso es reflejo de la necesidad de amplificar una voz propositiva para superar aquel vacío de alternativa política, encarnando desde y para el 99% un camino anti-sistema, que ponga en marcha una voluntad emancipadora colectiva: democrática, socialista, obrera, internacionalista, ecologista y feminista como hoja de ruta de nuestro quehacer cotidiano. A partir de estas definiciones planteamos como estrategia la construcción de una herramienta revolucionaria que, tomando lo mejor de la tradición de luchas obreras, feministas y sociales que ha protagonizado el mundo y nuestro país, nos nutra de reservas teóricas y de experiencias organizativas, las cuales recogemos como hilo rojo de la historia para disponerlo sin dogmatismo para los desafíos del presente.
Nos proponemos levantar un programa de ruptura con el capitalismo con un contenido socialista y feminista, el cual sea encarnado por la voluntad militante de muchas y muchos, así enfrentar a los representantes de un sistema decadente que golpea a la clase trabajadora en su conjunto y degrada nuestros recursos naturales en beneficio a una minoría. Nuestro siglo entró con aquellas contradicciones agudizadas, surge una disputa por la hegemonía global en un marco de crisis económica que no encuentra nuevos repuntes a partir del 2008 y que en el corto periodo indicaría que entraría en nuevas recesiones. Tal escenario dispone desafíos y nuevas confrontaciones, los capitalistas para garantizar sus ganancias profundizaran la ofensiva contra la clase trabajadora, la juventud, las mujeres y la naturaleza, constituyendo una acelerada precarización de la vida y poniendo en riesgo los propios limites del planeta; aquella lógica no se puede humanizar, así lo demostraron los gobiernos “progresistas” latinoamericanos que desaprovecharon una década de bonanza y se transformaron en administradores del capital en nombre de una supuesta izquierda, hoy parte de la corruptela política, encabezando brutales ajustes y estrechando los marcos democráticos, resultando ser los principales responsables del regreso de las derechas al poder.
Este signo que marca nuestro mundo también es atravesado por la fuerte presencia del movimiento de masas que se expresa en las calles, en Chile lo vivimos desde las grandes movilizaciones por la educación gratuita, por el fin de las AFP y en el último periodo por el auge de la ola feminista que cuestiona todo. Aquellos procesos han generado el debilitamiento del duopolio que ha gobernado las décadas pos dictadura, amparado por la Constitución de Pinochet y brindando las garantías de impunidad a los genocidas, toda aquella herencia ha sustentando el modelo social y económico que cimentó la Ex – Nueva Mayoría, con total ayuda del Partido Comunista integrando el gobierno de Bachelet y fundamental eslabón en la desarticulación del movimiento sindical y popular. La crisis del duopolio producto de la presencia del movimiento de masas lamentablemente aún no encuentra una herramienta progresiva que represente los intereses de las y los trabajadores. El surgimiento del Frente Amplio, como consecuencia positiva a la búsqueda de algo nuevo, rápidamente volcó sus esfuerzo a constituirse como tercera variante del régimen político, priorizando acuerdos parlamentarios y votando leyes en desmedro de las mayorías, es decir no rompió con la “política a medida de lo posible”, brindando oxigeno a quienes nos han gobernado, a sus normas e intereses.
Es frente a la etapa de polarización que transitamos que planteamos la urgencia de la organización de las y los anticapitalistas, disponernos en constituir una nueva alternativa política que sea protagonista en avanzar proponiéndose como una fuerza que dispute poder para reorganizar la sociedad desde abajo hacía arriba. Es por eso que nuestra propuesta va en sintonía con la posibilidad de reagruparnos con otros sectores, confluir y sintetizar entre organizaciones y voluntades revolucionaras para superar la dispersión que aqueja a la izquierda anticapitalista, dejando atrás las autoproclamaciones y sectarismos que han impedido la posibilidad de explorar nuevas experiencias que aporten íntegramente en el desarrollo de la construcción de una alternativa de masas.
Nuestra propuesta Anticapitalista entiende que un proceso de ruptura con el sistema y la construcción de uno nuevo constituye una tarea internacional e internacionalista, es de esta forma que enfocamos nuestro mismo entusiasmo que a nivel local en ser parte de la recién fundada Liga Internacional Socialista (LIS) / International Socialist League (ISL), proyecto mundial que agrupa a una veintena de organizaciones de 4 continentes. Surgida en mayo del 2019 en una Conferencia Abierta en Barcelona durante los días 24, 25, 26 y 27, momento que afianzó acuerdos y confluyó organizaciones de distintas tradiciones, Anticapitalistas en Red – Cuarta Internacional, corriente internacional de que fuimos parte y el Partido Socialista de los Trabajadores (SEP) de Turquía, unificando propuestas y compartiendo estrategias en esta gran tarea de fundar y dar pie a la LIS-ISL.
Como Movimiento Anticapitalista te invitamos sumarte y dar el paso junto a nosotras y nosotros, construir una nueva alternativa política revolucionaria, socialista, feminista, ecologista e internacionalista que hace falta para nuestro país.