Por Joaquín Araneda, Movimiento Anticapitalista
Finalmente se cumplió el plazo para la inscripción de candidaturas y enfrentamos un escenario muy distinto al de la elección a la CC. El fenómeno que en aquella oportunidad impulsó la participación masiva de candidaturas independientes no se expresó y las próximas elecciones tendrán un predominio prácticamente completo de los partidos de los 30 años. Analizamos en estas líneas las causas objetivas y subjetivas de esta realidad y las propuestas que tenemos las y los anticapitalistas para lo que se viene: redoblar la organización y seguir peleando por #TransformarTodo.
Muchos meses han pasado ya desde el estallido de octubre del 2019, mucho ha cambiado el escenario político y social de nuestro país en este proceso. El estallido ha provocado cambios y generado un nuevo piso de acción y conciencia política para importantes sectores de masas que aún se sigue desarrollando. El régimen se encuentra procesando aún las tensiones hacia la nueva constitución y el sistema de partidos se encuentra con nuevas figuras y realineamientos que hasta hace poco parecían difíciles de imaginar. Mucho hemos escrito al respecto y no es la intención de estas líneas desandar ese camino, sino empezar a trazar los conceptos que nos permitan entender la nueva coyuntura a la que vamos ingresando y que tendremos que estudiar a fondo en los próximos días.
Es evidente que uno de los elementos que se expresa es el resultado del Pacto por la Paz y la nueva Constitución, con el que el régimen de los 30 años se salvó de ser demolido por completo por la fuerza de la movilización y que le permitió reconfigurar un endeble esquema de partidos capaz de llevar la situación al canal parlamentario como vía fundamental de acción política. En ese terreno, no hay dudas de que el Frente Amplio comandado por Gabriel Boric a jugado el rol más pérfido, dialogando desde la “novedad” política y un perfil de pseudo izquierda lavada logró encaramarse no solo como la carta presidencial con perspectivas de ganar en noviembre y dirigir una nueva coalición de centro, una especie de Concertación 2.0, sino también es la fuerza de articulación fundamental para que la CC no cruce ningún margen que el capital no esté dispuesto a tolerar, actuando como freno y disciplinamiento frente a los nuevos fenómenos independientes y garantizador de acuerdos para la derecha.
El FA se postula sin dudas como la carta fundamental sobre la que articular un nuevo gobierno del capital, donde lo fundamental de los últimos 30 años se sostenga con un nuevo maquillaje, tras de ellos ha decidido encolumnarse la dirigencia del PC, aunque mucha de su base lo ve con malos ojos. Esto explica quizás también la baja participación en las “primarias” de la ex concerta y las declaraciones de la propia vencedora, la DC Yasna Provoste: “controlar a los descontentos del centro que vayan hacia Boric”. Allí estará una de las contiendas fundamentales.
El otro escenario de pelea se dará en la derecha, con la aparición de Sichel, el nuevo intento de Kast y otros personajes de menor fuste pero que disputarán con un margen menor por ingresar a la segunda vuelta.
Objetivamente, es un hecho que no habrá representación de los sectores más radicales de la revuelta en las próximas elecciones presidenciales, esto que seguramente será motivo de desazón y enojo en sectores importantes del pueblo, puede explicarse en gran medida por los fracasos políticos de las direcciones que se autoproclamaron como la voz del pueblo en primer lugar, pero también por una lógica objetiva que tiene que ver con la mecánica del estallido, su alto nivel de espontaneidad y desorganización e intensidad que contrastaron con la debilidad de aquellas direcciones que pretendimos y aún pretendemos en muchos casos, organizar y darle un sentido político transformador apostando también al desarrollo de estructuras democráticas y de base.
Luego de la Convención Constitucional una nueva coyuntura
¿Qué pasó entre la CC donde existieron cientos de miles de patrocinios para las candidaturas independientes y este proceso donde se ha demostrado mucho más complejo lograr el objetivo?
Varias cosas a nuestro entender, para empezar tenemos que decir que el régimen registró el tremendo golpe recibido en las pasadas elecciones con el surgimiento intempestivo de las expresiones independientes y se lanzó a cerrar como nunca todos los canales: los partidos se negaron a generar las mismas condiciones de participación que para la CC, se exigieron el doble de patrocinios, se imposibilitó la presentación de listas, no existió el más mínimo reflejo en los medios de comunicación y una parte importante del tiempo necesario para completar los patrocinios se pasó bajo las medidas restrictivas producto de la pandemia. A esto hay que sumar que la irrupción de independientes en la Convención y la actuación súper institucionalizada en la misma, la escasa participación popular en ella y la asimilación de un gran número de constituyentes a la “normalidad” de la política que generó una gran decepción en amplios sectores del pueblo.
Estos son elementos objetivos que no pueden ser ignorados y sin embargo existen serios problemas subjetivos que transformaron una tarea muy difícil pero posible en una verdadera proeza.
Desde el punto de vista subjetivo el hecho clave sin ningún lugar a dudas fue la explosión de la Lista del Pueblo producto de las fricciones en su dirección y la imposibilidad de procesar democráticamente y por la base los debates abiertos (nos expresamos largamente sobre esto en una nota reciente). La dirección de la Lista del Pueblo dinamitó la posibilidad de construir una nueva referencia política haciendo gala de un independentismo anti partido que no distingue de clases ni de programas, expresando una compresión de la política desde el punto de vista del marketing y la iconografía y no desde la organización de las fuerzas del pueblo para transformar todo. Ese electoralismo despolitizado llevó a que la enorme simpatía y pulsión por organizarse de amplio sectores se estrelle en poco tiempo contra la pared burocrática levantada por un puñado de “elegidos”.
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Hoy, luego de ser la expresión que logró obtener el mayor bloque independiente de la CC, está prácticamente sin posibilidades de inscribir candidaturas más allá de Diego Ancalao a la presidencia, que con un perfil moderado y un historial de recorridos por los partidos del “centro” de la política convencional, está alejado del principio rector que erigió las primeras referencias de la Lista con iconos de la revuelta, logrando a último minuto llegar al piso mínimo de patrocinios. Un hecho que difumina las expectativas y las confianzas de una presentación alternativa a la vieja política.
En lugar de desarrollar una campaña unitaria y ofensiva para recolectar los patrocinios de manera colaborativa y potenciar un programa común, las asambleas se pasaban horas debatiendo las internas de la Lista, de las cuales en gran medida nos enterábamos por la prensa. Mientras que quienes no formábamos siquiera parte de la Lista y habíamos resuelto ser parte de las “primarias” como gesto para sumar fuerza y organización al proceso nos organizamos para conseguir los patrocinios en actividades a pulmón, la burocracia de LdP insistía con entrevistas, pruebas y demás “comprobaciones” todo para luego favorecer con sus canales y medios a las candidaturas impulsadas por el “Consejo”.
Por supuesto, a esto hay que sumar, aunque en mucha menor medida, la acción de los partidos de la izquierda, que especularon hasta el final y no plantearon desde el inicio un canal para que la fuerza pueda expresar en un polo de referencia positivo, operando sin hacer un llamado público y abierto a organizar programa y voluntades para tal fin, priorizaron la auto-postulación y las presentaciones “defensivas” y electoraleras. Realizamos un llamado a revertir esa lógica y trabajar fuertemente para que la fuerza que aún existe en la calle no se disipe ni encuentre referencia en las estructuras a la medida de lo posible.
Nuestra acción y los desafíos que nos planteamos
Desde el Movimiento Anticapitalista fuimos claros desde el principio, reconociendo el rol de la Lista del Pueblo y los movimientos sociales como quienes podían jugar un rol articulador que diera forma a una nueva referencia política, insistimos una y otra vez en avanzar de manera unitaria, reconociendo al interior de aquella organización valiosas compañeras y compañeros y organizaciones revolucionarias con las que sentimos mucha afinidad como TP, con quienes nos proponemos seguir avanzando.
Ante la negativa permanente a generar una instancia para permitir nuestra incorporación decidimos participar de las primarias convocadas por la LdP, reconociendo las dificultades que aquello representaba. El proceso que nos encontramos al interior es ampliamente conocido. En ese marco centramos nuestra campaña en la recolección de los patrocinios y en la importancia de organizarnos con las y los que tuvieran la intención de construir un programa con salidas de fondo y una forma organizativa democrática y de base, es decir un sentido revolucionario frente a la situación.
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Lamentablemente no logramos reunir los patrocinios necesarios, lo que no implica para nosotros y nosotras una derrota, sino un aprendizaje y la reafirmación de una conclusión que es fundante en nuestro movimiento: no alcanzan los “fenómenos” ni los “vientos” para transformar todo, sin militancia, constancia, programa y organización es imposible terminar con este sistema injusto.
Es claro que no va por el lado de los partidos de los 30 años, pero se ha demostrado también que el independentismo despolitizado no es mejor alternativa, lleva a nuevas frustraciones y termina con alto contenido de verticalismo. Por eso, con la fuerza de haber intentado hasta el final y la confianza en nuestro programa y las causas que lo impulsan redoblaremos la militancia para construir una nueva referencia política en nuestro país, democrática, clasista, al servicio de las luchas feministas, contra el extractivismo y por la unidad internacional de las y los trabajadores y los pueblos. Sabemos que muchas y muchos que hicieron una acelerada experiencia política en estos meses ven también esa necesidad, a ellas y ellos les tendemos la mano, a las centenares de compañeras y compañeros que patrocinaron a Maura Fajardo en el D12, Camilo Parada en el D10 y a Ivo Fierro en la Provincia de San Felipe, a quienes nos apoyaron en las pasadas elecciones, a quienes están hartos y hartas del Chile de los 30 años, a que den el paso de organizarse junto a nosotras y nosotros.
En los próximos días convocaremos a instancias de debate públicas para analizar a fondo la situación y debatir los próximos pasos a seguir. Nada se termina hoy ¡Seguimos adelante con el mismo impulso de transformar todo!