La mañana de este jueves, la Dirección del Trabajo emitió el dictamen 1283/006 frente al Estado de Catástrofe en que se encuentra el país. Una medida que apunta a descargar sobre quienes trabajan la crisis, demostrando una vez más que para el gobierno las ganancias están por sobre la vida.
Legalizar el trabajo sin sueldo, extremar la ganancia privada.
El gobierno ha utilizado todos sus esfuerzo para avanzar en medidas que defiendan la ganancia empresarial, días previos vimos la aceleración de la Ley de Teletrabajo, mientras que justificado en el Estado de Catástrofe por el avance del COVID-19, la DT demostró ser el virus más agresivo frente a las y los trabajadores.
El dictamen tiene como objetivo legalizar la suspensión de los sueldos por periodos que tenga efecto la cuarentena o el toque de queda, de esta forma hecha la interrupción de las jornadas presenciales en el lugar de trabajo, el empresariado tendrá la facultad de no remunerar la jornada laboral. En palabras simples, ante el avance del COVID-19, el gobierno empresarial encontró una nueva posibilidad para que la minoría que no trabaja se beneficie de la crisis.
En otro punto detalla que tras iniciarse el toque de queda, las y los trabajadores que deban persistir en el lugar de trabajo, estos deberán permanecer en él no siendo pagadas sus labores ya que se debe a motivos de “fuerza mayor”. Es decir, el empresario puede encerrar a trabajadoras y trabajadores en una empresa.
Entre otras indicaciones del Decreto permite al empleador la movilidad de personal unilateralmente. De esta forma la DT suma un nuevo golpe a la clase trabajadora en días que la crisis sanitaria comienza a profundizarse, una nueva señal por parte del gobierno que buscará por todos los medios descargar la crisis sobre los hombros de las mayorías que trabajan.
¿Y la CUT? ¿Y Unidad Social?
No podemos desconocer que la preocupación es latente entre las mayorías de quienes vivimos en este país ante la nula protección de la vida por parte del gobierno. Se ha hecho manifiesto el repudio y peticiones por medidas básicas: cacerolazos y protestas en lugares de trabajo como Malls y hospitales.
Este cuadro responde por un lado a que las mayorías sociales saben que el déficit sanitario es complejo e histórico, la pandemia aporta al escenario trágico de forma cualitativa. Además, venimos de una revolución que atrincheró al pinochetismo y puso en tela de juicio la continuidad de Piñera, por lo tanto tenemos experiencia acumulada de lucha muy reciente.
El cuadro del Pacto por la Paz y la Nueva Constitución, fue la antesala de una estrategia renovada de tiempos de crisis, La Unidad Nacional, aunque aquella política del régimen en el país tiene limites por la incapacidad del gobierno para accionar en el momento oportuno y por el quiebre social del 18 de octubre, expresando impasses incluso entre alcaldes de derecha y el gobierno.
Los que sí han ayudado en esa orientación es la “oposición”, el PC a través de la conducción de la CUT ya ha planteado que el Ejecutivo va en vías progresivas y limitando su rol a declaraciones para indicar que “no es suficiente”. Ya el abandono consciente en medio de la rebelión por parte del PC y el FA permitió que Piñera se mantenga en el poder y ahora esté en la cabeza de la pandemia, consecuencias del pacto con la derecha.
La pasividad cómplice de las principales organizaciones sindicales como la CUT y US permite esta vez a la DT decretar el autoritarismo empresarial legalizado a través del Decreto 1283/006, es momento de reorientar y asumir lo que se reclama en las calles para que la crisis sanitaria y económica no la paguen las mayorías.
Activar la huelga para frenar la pandemia y que la crisis no la paguen las y los trabajadores.
Días previos vimos como las perdidas de las AFP llegaban hasta los 11% tras la caída de la bolsa. Daños irreparables para los ahorros previsionales que están en manos de especuladores. Ahora el Decreto se apronta para intensificar el autoritarismo empresarial en tiempos de despidos masivos.
El gobierno de Piñera se aprovecha de la crisis sanitaria par profundizar medidas antidemocráticas y en defensa del intereses privado, preparando el mejor escenario para que las mayorías sociales sufran la pandemia pero también los embate de la crisis económica que viene entrando con fuerza en el país.
Estamos transitando momentos cruciales para dar freno a los peligros que atentan al país y el mundo. Poner por delante nuestra salud, el derecho al trabajo y la vida transforman un programa de acción que va contra las intenciones del gobierno, la solidaridad de clase y la activación democrática de quienes trabajamos a través de nuestros organismos, es el camino para dar forma a un nuevo plan para el país en tiempos de crisis. Existen fuerzas, falta la voluntad política para impulsar la huelga general. Exijámosla, no hay tiempo que perder.
Dar respuesta y protestar se hace una necesidad básica, activar y construir política revolucionaria es en defensa propia. Hoy más que nunca te invitamos a construir junto a nosotres la alternativa que hace falta: democrática, feminista, anticapitalista, internacionalista y de combate para dar vuelta todo.
Joaquín Araneda por el Movimiento Anticapitalista