Las últimas horas han sido tensas, por un lado circula diversa información que la prensa esconde, no hay condiciones plenas de libre información para poder enterarse de los heridos y muertos ocasionados por la militarización. Los medios de comunicación masivos fomentan el discurso del miedo, aumentado por las fake news que aportan a la desinformación. Ante esto, el Gobierno en sus últimas declaraciones plantea «Estamos en guerra contra un enemigo poderoso, implacable … Mañana no va a ser un día fácil, porque sabemos perfectamente bien qué están preparando para mañana”, aseguró Piñera.
Pero esto es solo una parte de la realidad, en las calles han sido potentes las respuestas, barricadas, cacerolas y movilizaciones ignorando el toque de queda, una acumulación positiva del pueblo chileno que enfrenta la represión. Estas perspectivas están en disputa, ya que al no existir una dirección revolucionaria coherente, el gobierno junto al aparataje de infiltración está jugando un rol en el caos, es por eso que la respuesta política de quienes se dicen democráticos y sobre todo de la izquierda anticapitalista debe ser contundente en generar espacios de autoorganización, de defensa y abastecimiento sin espacios a agentes reaccionarios que enfocan la violencia sobre nuestro pueblo a través del pánico.
Un punto de inflexión. Seguir con medidas dictatoriales o desbordar el gobierno.
Las expresiones sociales han demostrado con ímpetu la voluntad popular, las calles gritan en oposición a todos los años de las políticas heredadas de la dictadura, aquello es lo que está en crisis, todo el armazón social y económico del neoliberalismo que implementó Pinochet y la Ex – Nueva Mayoría junto a la derecha consolidó. Es más, en crisis sacan a los milicos a la calle sin ningún tapujo, tal como el dictador.
Es por todo esto que no podemos confiar en un gobierno caduco, tampoco en quienes gobernaron en el pasado, es ahí que polemizamos con el Frente Amplio y el Partido Comunista que buscan un “nuevo pacto social” sin debatir a fondo el modelo junto a quienes nos sumergieron en este crisis. Aquella política ha significado un dique en las posibilidades de avanzar en perspectivas de las necesidades sociales, ya que su frente común -Unidad Social- que involucra a la Central Unica de Trabajadores (CUT), La Coordinadora de Trabajadores No Mas AFP, al Colegio de Profesores, entre otros gremios, no ha llamado a ninguna movilización, mientras que divide y propicia condiciones al gobierno para la represión al restarse a la necesaria Huelga General para el día Lunes 21 de octubre que llaman los Portuarios y diversas organizaciones sociales.
En condiciones en que la política de Piñera es fomentar un escenario dictatorial y de persecución, las direcciones del PC y el FA juegan un rol contenedor del avance de la movilización, constituyendo una verdadera traba para las y los trabajadores junto al pueblo que se moviliza. Hay que autoorganizarse para sobrepasar a quienes le hacen el juego a la derecha.
A la huelga, autoorganización y solidaridad internacional. Fuera Piñera!
Las reservas que demostró nuestro pueblo son históricas, abriendo un nuevo escenario en la realidad del país a nivel social y político, todo esto en sintonía con una realidad latinoamericana y mundial que ha expresado que ante la precarización social el pueblo se alza y los gobiernos temen, tal como Haití y Ecuador. Es por eso que nuestra posición como Movimiento Anticapitalista reafirma la necesidad de robustecer la huelga general para el día lunes 21 de octubre, a su vez potenciar la autoorganización social para expulsar todo aparato reaccionario y hacer de la autodefensa y abastecimiento un motor que identifique a los verdaderos responsables de la situación actual: el gobierno y sus antecesores. Mientras que a nivel internacional impulsamos la mayor solidaridad militante junto a nuestros compañeros y compañeras de la Liga Internacional Socialista para romper el cerco mediático, impulsar la coordinación contra las medidas antidemocráticas del Estado chileno y aportar activamente en la solidaridad con los pueblos en rebeldía.
Movimiento Anticapitalista