Este lunes el Colegio de Profesores dio a conocer el resultado de la consulta nacional docente, siendo ratificado con más del 70% de adhesión la continuidad del paro frente a la ineficiente propuesta del Ministerio. Es de esta forma que cumpliendo casi el mes de movilización se avanza hacía una 5ta semana, dejando atrás en la deliberación las dos opciones que instaban a deponer el paro. Nuevamente una muestra de la contundencia de la movilización que toma aires de desbordar la noción gremial, empalmando con un amplio apoyo social y de solidaridad sindical. La ratificación del paro, las declaraciones de un gobierno patronal y las perspectivas de avanzar hacía un gran paro nacional en defensa de la educación son los ingredientes que marcan la tónica nacional.
Intransigencia patronal de poco aliento.
El Gobierno intenta jugar al desgaste de la movilización, así lo expresó la negación constante de la Ministra de Educación, Marcela Cubillos, de no aceptar una reunión con los dirigentes del Colegio de Profesores. Sólo tras 4 semanas de paralización debió ceder, una cita que no se debe a la voluntad del Ejecutivo, sino a la fuerza que impuso el paro. Sin dudas fue un avance de la contundencia de las y los docentes, aunque también es una estación más dentro de un proceso mayor de confrontación, donde el gobierno vuelve a relanzar su intransigencia, esta vez en no dialogar sobre las demandas más sentidas del gremio. Una ruta que toma el gobierno robustecido con el discurso de Piñera al utilizar la prepotencia patronal para acusar la huelga de ilegal, lo mismo que Cubillos, quien amedrenta con el no pago de los días que no se puedan recuperar.
Fue esta última quien causó curiosidad en el debate gremial, ya que el argumento que planteó sobre el por qué no podrían acceder al petitorio es que -según ella- el Estado no cuenta con los 30millones de pesos anuales que corresponderían al pago de las menciones de las educadoras de párvulo y diferenciales. Tampoco con los 14millones de dólares de la deuda histórica. Un argumento que sin embargo poco refleja la realidad, sobre todo en un año en donde las diversas formas de apropiación ilegal de los recursos de todas y todos los chilenos han estado en la palestra publica. Revisemos, carabineros en su corruptela robó un monto superior a los 28mil millones de pesos, mientras que los corruptos del Ejercito superan los 135 millones de pesos. Sólo recuperando el robo de las instituciones represivas se contaría para poder sostener los pagos de menciones. Si nos faltara y además para poder pagar la deuda histórica a los 60mil docentes con vida que aún esperan lo que les prometió el Estado, contamos con una reserva de 22mil millones de dólares en el cobre que sumó durante el 2018, de los cuales una mínima parte queda en el país. Una suma que podemos recuperar si renacionalizamos el recurso y paramos con el saqueo, así no tan solo nos alcanzaría para que las y los docentes tengas sus garantías laborales dignas, sino también para sostener una demanda de años anteriores: educación gratuita.
Por lo pronto sabemos que recursos hay, lo que no existe es la voluntad política del gobierno de resolver a favor de las y los profesore. Al contrario, en este esquema prevalece la noción empresarial de contener la educación como un bien de consumo y no como un bien social, ya que la ofensiva del gobierno aplica políticas represivas sobre las y los secundarios con la antidemocrática ley Aula Segura que mantiene en pie de lucha a los estudiantes, desmantelan la educación parvularia con la escolarización de niños de 2 a 5 años, elimina la obligatoriedad de Historia y Ed. Física de la malla curricular para la enseñanza secundaria. Aspectos que se vieron cuestionado con el alza de la movilización docente y que además suman las condiciones para darles freno en un gran movimiento por la educación pública, encabezados por las y los profesores junto a los estudiantes y apoyados por los diversos sectores en movilización, ejemplo de solidaridad ya lo han dado los portuario, hay que redoblarlos. Sobran condiciones para doblegar la intransigencia del gobierno, al esquema social de actores de la educación en lucha se suma otro antecedente, la encuesta CADEM (muy símil al régimen), otorgando un 69% de apoyo al paro docente, un 54% justificando el por qué de la paralización, mientras que se desploma la aprobación de Piñera y de la Ministra Cubillos.
Vamos por un gran paro por la educación pública.
Este inicio del segundo semestre está marcado por la insurgencia de las movilizaciones, las y los docentes encabezan un proceso que empapa el descontento social con la situación política y económica, nutriendo una dinámica de polarización frente al gobierno. Complementario fueron sin dudas a las declaraciones del fin de semana de Piñera y Cubillos, que inverso a su intento de amedrentamiento potenciaron el ánimo de lucha de las y los profesores, tanto como el apoyo social que reciben. El esquema del momento plantea que se encuentran situaciones antagónicas, por un lado el gobierno apuesta por desmantelar lo poco que queda de la educación pública, en un trayecto que incita la represión autoritaria hacía las y los secundarios, mientras que precariza la educación al igual que las condiciones laborales.
Este proceso induce problemáticas más allá de lo gremial, ya que engloba la crisis del modelo de mercado que existe sobre la educación y a su vez, empalma con una creciente incertidumbre social. Por lo tanto resuenan condiciones para salir a contraponer al gobierno para ponerle freno, avanzando en un gran movimiento para discutir que modelo educativo es necesario, que disponga en unidad con los sectores movilizados un plan de lucha unitario que garantice el triunfo de las y los docentes de todas sus demandas.
Para esto necesitamos que las direcciones del Frente Amplio salgan de su pasividad, ya que son quienes disponen de las principales direcciones universitaria que hasta ahora no han entrado en escena, al igual que sería positivo la disposición de sus 20 diputados como tribuna de la movilización. Lamentablemente han optado otra vía, la de tranzar acuerdos con quienes mantuvieron intacta la educación heredada de Pinochet. Es sobre aquella definición que los sectores que se movilizan dieron frutos en el emplazamiento con el llamado a paralizar coordinadamente de diferentes sectores para el miércoles 03 de julio, un avance positivo pero aún limitado. Continuar con la coordinación, darle continuidad al paro activamente con un plan de lucha que ponga en agenda el modelo educativo que necesitamos e incitando a una unificación solidaria con quienes salen a luchar. Por nuestra parte, desde el Movimiento Anticapitalista apostamos a dicho proceso para darle freno al Gobierno y poner en pie un gran movimiento por la educación pública, tal como en el 2011, hoy junto a las y los docentes. Existen recursos, sobran fuerzas, avancemos en doblegar al gobierno.
Joaquín Araneda, Movimiento Anticapitalista