Hoy 25 de enero se cumplen 36 años de la muerte de Nahuel Moreno, unos de los dirigentes más importantes del trotskismo a nivel internacional, con una destacada trayectoria en la construcción de partidos revolucionarios en diversos países y también una Internacional revolucionaria.
Por Movimiento Anticapitalista
La pelea por la revolución y el socialismo
Una de las características principales de Moreno y la corriente de la cual nos sentimos parte, tiene que ver con sostener la pelea por la transformación revolucionaria de la sociedad frente al paso al reformismo de sectores que se revindican del trotskismo y con el paso de los años fueron abandonando esta perspectiva, cediendo en primer término a las direcciones neo stalinistas y burocráticas y luego a las corrientes reformistas y populistas.
Moreno, frente a esto, sin sectarismos y siendo parte activa de los procesos de la lucha de clases, muy ricos por cierto en todo el periodo post Segunda Guerra Mundial, nunca perdió la brújula de la necesidad de una construcción política independiente de la clase obrera para llevar adelante la estrategia revolucionaria, teniendo siempre el socialismo como bandera inclaudicable frente a la barbarie capitalista.
Internacionalismo militante
Otro rasgo fundamental de la militancia de Moreno tiene que ver con el internacionalismo militante y sostenido como su principal actividad, colaborando con la construcción en distintos países directamente como Argentina, Colombia, Perú, entre otros como también siendo fanático de la construcción de una internacional con organismos sólidos y democráticos, capaces de trabajar con distintos sectores y al mismo tiempo de polemizar en duros términos.
Esto lo llevo a ser parte de la reconstrucción de la IV Internacional luego del asesinato de Trotsky, participando activamente de las batallas contra el revisionismo pablista y posteriormente con la corriente encabezada por Ernest Madel, el Secretariado Unificado. Fundó la LIT en los `80, el que sería su último proyecto y que finalmente colapsaría en los debates posteriores a la caída del Muro de Berlin.
Quienes conformamos la Liga Internacional Socialista, más alla de sus aciertos y errores, revindicamos su constancia y coherencia en la pelea por una sociedad socialista, por la construcción de partidos revolucionarios para transformarlo todo en Chile y en todo el mundo.
Nuestro homenaje está en nuestras acciones cotidianas y en asumir el desafío de continuar su legado siendo capaces de ser críticos, originales, al fin y al cabo, revolucionarias y revolucionarios.