Por M.A
Atrás quedaron los días de “crítica” a la militarización del territorio mapuche del conglomerado Apruebo Dignidad, sólo les bastaron 2 meses para que el gobierno de Boric, el FA y el PC renovaran la estrategia que garantiza el saqueo extractivista en el sur del país: milicos contra el pueblo mapuche.
Otra voltereta más a la derecha
Fue la ministra Izkia Siches acompañada de los presidentes de los partidos políticos que componen el gobierno, incluido Guillermo Teillier del Partido Comunista, quien comunicó mediante una conferencia de prensa el cambio en la política del gobierno en el territorio mapuche, pasando del “Estado Intermedio” al Estado de Excepción en un claro gesto a la derecha y la DC que presionaron para que fuera efectiva la militarización del WallMapu. Con aquel telón de fondo y en la forma habitual del discurso de gobierno para disfrazar las políticas pro represivas y empresariales fue que Siches expresó que “es evidente que en el último tiempo hemos tenido un aumento en los actos de violencias en las rutas”, por lo tanto, el Estado de Excepción será “acotado” a rutas y carreteras según el gobierno, una amalgama similar a la militarización de Piñera que se “restringía” a infraestructura crítica para justificar asesinatos de comuneros mapuches.
Esta medida es una señal más del gobierno en mantener los pilares centrales del modelo y de sus volteretas discursivas, ya que bajo el gobierno de Piñera fue el PC y el FA a nivel parlamentario quienes criticaron esta medida e hicieron campaña contra la continuidad del Estado de Excepción en el WallMapu, a contrapelo de los tiempos electorales, el relato del diálogo se diluye y se suma a la lista de garantías represivas que impulsa el gobierno de Boric: ratificar al violador de DDHH en la dirección de carabineros, continuar con la represión sistemática ante cada manifestación, negar la prisión política, mantener el Estado de excepción en el norte del país para frenar la migración y ahora da un salto en la militarización del territorio mapuche.
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Y no sólo eso, sino que fueron preparando una lógica de enemigo interno al ritmo de la derecha empresarial como lo demostró la vocera de gobierno Camila Vallejos (PC) hace un par de semanas al negar la prisión política del machi Celestino Cordova, declarando que “con total claridad y firmeza, Celestino Córdova es un preso común que ha sido condenado por un incendio con resultado de muerte. Un delito sumamente grave”, mientras que con la excusa de supuestos narcotráficos incitan la militarización, aunque el gobierno sólo ha activado querellas contra líderes mapuches como en el caso de la persecución a Hector Llaitul.
Resistencia, plurinacionalidad, represión y extractivismo
La historia de saqueo territorial es de larga data, aunque el capitalismo ha constituido para los pueblos del sur un lugar de apropiación masiva de los bienes comunes, un modelo de despojo que se consolidó bajo los gobiernos de la concertación y la derecha, los “30 años”. Mientras que el llamado “conflicto mapuche” es parte del aplastamiento que el Estado intenta realizar para que el extractivismo siga sucurso sin resistencia, es por eso que la lógica de la militarización es parte de la condición que imponen los grandes capitalistas en el territorio a través de sus representantes de turnos, esta vez, demostrando que Boric, el PC y el FA no tienen un modelo alternativo, al contrario, suman un lenguaje de “plurinacionalidad” para reimpulsar esta política de garantías para el 1% en desmedro de los pueblos y la naturaleza en un escenario de crisis económica, es decir, en un momento global que se intenta recuperar las ganancias capitalista a costa de la profundización explotación de las mayorías sociales y de la naturaleza.
Sumar resistencia a este rumbo es fundamental, es por eso que es lamentable que las y los constituyentes no se posicionen decididamente y no llamen a coordinar el más amplio rechazo a las políticas de gobierno que hoy nuevamente ponen en tensión que las fuerzas represivas asesinen a una o un comunero mapuche. Es más, la nueva constitución en el WallMapu será votada con militares en las calles, expresando que la adaptación institucional posterga las necesidades inmediatas, desalienta la participación popular y dan espacio a la derecha como actor político que surge en escena, es por eso que instamos a cambiar este rumbo y convoquen ampliamente para que no triunfen las políticas de los 30 años, ya se demostró que con meros discursos de no se garantizan los principios básicos de la autodeterminación y democracia, por lo tanto es que desde nuestra organización emplazamos a salir de la comodidad parlamentarista y activar en las calles contra la represión en el WallMapu y en todos los territorios, aquel espacio se puede constituir y sin dudas, es central que la militancia de base del PC se sume con fuerzas a rechazar la represión y que no sean sus dirigentes que actualicen la política de la derecha en nombre de ellos y ellas.
Sumar organización y movilización es la única forma de frenar a Boric y sus milicos y poder pensar una nueva vida posible sin extractivismo ni represión, desde el Movimiento Anticapitalista apostaremos en estas perspectivas.
