Por Joaquín Araneda, Movimiento Anticapitalista
La conformación de la “Vocería de los pueblos” por 34 constituyentes electos y electas que llaman a desconocer los límites de la CC nacida del Pacto es un paso adelante. La reacción de los representantes del régimen de los 30 años no tardó en llegar. Para lograr los puntos que impulsan e ir por más, es necesario llenar de movilización y sumar espacios de autoorganización social al proceso constituyente.
Articulación en la CC y la reacción de los voceros de los 30 años
Son 34 constituyentes electos y electas que adscriben a la “vocería de los pueblos”, espacio que reúne a convencionales de pueblos originarios, la Lista del Pueblo, movimientos sociales e “independientes” provenientes de cupos de partidos políticos. En una primera declaración impulsan 6 puntos como garantías para iniciar el proceso constitucional: 1) libertad a las los y presos políticos y mapuches, 2) en contra las violaciones de DDHH de ayer y hoy, 3) reparaciones a las victimas de las violaciones de DDHH y poner freno a la devastación ambiental, 4) desmilitarización del WallMapu y por un Estado Plurinacional 5) fin a las políticas de expulsión de inmigrantes y 6) soberanía constituyente, desconociendo la actual reglamentación.
Es un paso que leemos positivamente para poder avanzar en desmantelar los limites del Pacto de la Paz y la Nueva Constitución que acordaron los partidos del FA con la derecha pinochetista para salvar a Pinera y reglamentar la Convención Constitucional. Es así que, constatando las perspectivas de los partidos del orden hacia la CC, la la posición de las y los 34 convencionales encuentra una inmediata reacción de los administradores de la herencia pinochetista a través del gobierno, la derecha y la ex Concertación que rápidamente la catalogaron de “ilegal”, “jacobina” o como lo plantea la presidenta del Senado, la DC Yasna Provoste: “el Acuerdo por la Paz es el que establece el cronograma constituyente (…) tenemos que respetar las leyes que actualmente nos rigen”.
Sumar iniciativas para organizar la voluntad de los pueblos
Es indudable que transitamos un nuevo momento político y social que traspasa las fronteras del país y se expresa en que la correlación de fuerzas se modifica por todo el continente: la rebelión golpea al corazón del régimen uribista en Colombia, Paraguay previamente tomó las calles, en el gigante sudamericano Bolsonaro es un moribundo sin potencia y el último fin de semana en Perú se demostró vía la votación el giro de izquierda a nivel continental.
La entrada del virus si bien dio pausa a la dinámica que en primera línea estaba el pueblo chileno a fines del 2019, hoy se retoma el impulso transformador en un contexto de mayor crisis económica y social derivado de la gestión capitalista de la pandemia. Por lo tanto, la experiencia de las mayorías sociales con quienes gobiernan y han gobernado vislumbra las fracturas políticas y la búsqueda de nuevas alternativas.
En aquel proceso se inscribe las elecciones del 15 y 16 de mayo que constatan la agonía de la herencia de Pinochet, expresándose en la debacle de la derecha y la ex Concertación, mientras que a través del voto se abrió espacio para independientes, la izquierda anticapitalista y movimientos sociales. Hoy quienes han asumido puestos en la CC tienen grandes desafíos para que las expectativas sociales no se diluyan y terminen en una nueva decepción para los pueblos, por tal motivo opinamos que la declaración de la “Vocería de los pueblos” camina en buen rumbo y desde ya, desde el espacio social y político que hemos constituido desde el Movimiento Anticapitalista y con nuestras candidaturas nos ponemos a disposición para desarrollar a fondo los puntos que se plantean en la declaración, tal como lo venimos proponiendo a través de la Carta abierta: organicemos la fuerza constituyente para transformar todo que hemos compartido con diferentes espacios, a su vez hemos venido desarrollando debates públicos con el objetivo de tender los puentes para forjar la unidad que se necesita a partir del Ciclo de debates constituyentes.
Nuestra disposición es asumir los desafíos del presente y consideramos que el primer paso es desconocer el Pacto, declarar la CC en una verdadera AC libre y soberana para que podamos discutir absolutamente todo y que tenga poder resolutivo a nivel político, social y económico, en simultaneo exigir la libertad de todas y todos los presos políticos y mapuches como garantía democrática. Este es un camino que iniciaron los pueblos y por lo tanto, es necesario sumar la mayor participación democrática a nivel popular y potenciar con movilización social para lograr los objetivos, ya demostraron los partidos del orden que se resistirán, sólo la fuerza social podrá imponer los cambios necesarios.
Estamos en mejores condiciones para forjar espacios de coordinación, asambleas populares e iniciativas para pasar del voto a la autoorganización. Estos son puntos urgentes para asumir las trasnformaciones que requerimos las mayorías sociales. No hay tiempo que perder.