Por J.A, Movimiento Anticapitalista
Piñera anunció que recurrirá al antidemocrático Tribunal Constitucional para frenar el segundo retiro del 10% de las AFP. La respuesta callejera no se dejó esperar, hay que exigir que las centrales sindicales salgan de su pasividad y activen la huelga para sacar al gobierno de la minoría.
La ilusión democrática del Pacto
Hace pocos días los representantes del pacto del Frente Amplio, la ex Nueva Mayoría y la Derecha respondían a las inquietudes por la traba de los 2/3 que ostentará el cambio constitucional. La posición que unifico a todos esos sectores fue defender esta medida restrictiva catalogándola como parte de un acuerdo “democrático”.
Dicha política no tan sólo choca con la realidad, sino que además facilita la recomposición de la derecha y de esa forma, incentiva a las maniobras revanchistas de un gobierno con una desaprobación histórica.
La impunidad de las fuerzas represivas y mantener a miles de presas y presos políticos de la rebelión es una expresión del oxigeno que brindó el pacto a Piñera y ahora, el gobierno se permite recurrir al Tribunal Constitucional para frenar el retiro del 10% de las AFPs.
Estas son las consecuencias de acordar con la derecha y no haber ido hasta el fondo con las exigencias de las calles que pedían su renuncia. El intento de freno ante esta iniciativa es una revancha que intenta proteger los intereses de los especuladores que mantienen a millones de pensionados y pensionadas en la miseria. Si bien es un proyecto mínimo, ya que son los dineros de quienes trabajamos que se usarán para apaliar los efectos de la crisis y no son fondos de los capitalistas, por lo tanto se demuestra una vez más se lo irracional de que Piñera siga en el poder.
Mientras las calles se mueven, la CUT y Unidad Social duermen la siesta
La política de la izquierda parlamentaria se desarrolla también en los organismos sindicales, la CUT dirigida por el Partido Comunista viene garantizando la inmovilidad de la principal central, es de esa forma que permite a Piñera legislar contra las mayorías sociales del país sin ninguna respuesta contundente de un actor clave para frenar cualquier arremetida, la clase trabajadora.
Por su parte, la Mesa de Unidad Social, constituida por el Colegio de Profesores, la Confederación Bancaria y organizaciones sociales, juegan un rol análogo a la CUT. Así el Frente Amplio y sectores símiles utilizan la plataforma como catapulta de figuras electorales en vez de activar la movilización. Un ejemplo claro es que posterior al plebiscito lanzaron la propuesta para avanzar en una Asamblea Constituyente, pero no dicen como se lograría más que promover a sus figuras dialogando con los responsables del pacto.
Contraria a la voluntad conciliadora de dichas direcciones, las calles no paran de demostrar las reservas de lucha. Las cacerolas comenzaron a sonar y se prendieron barricadas como respuesta a la intentona de Piñera para defender a los especuladores de las AFPs, es por eso que no basta con las declaraciones vagas para plantear la renuncia de Piñera, hay que tomar la fuerza social junto a la huelga general para conseguirlo, voluntades sociales sobran, hace falta que la CUT y la Mesa de Unidad Social salgan de la pasividad.
Paralizar, frenar a Piñera y huelga general para sacar a todo el gobierno de la minoría
La movilización demostró ser la única vía, el repudio a la impunidad de las fuerzas represivas consiguió sacar a Rozas y también la protesta social logró el cambio constitucional, que si bien, es limitado, es un subproducto de la rebelión. Entonces, lejos están de ser un resultado de los “diálogos” con la derecha. Al contrario, los acuerdos y pactos impidieron que fueran triunfos contundentes que estaban planteados por la fuerza social que impera desde el 18 de octubre.
Es en ese sentido que retomar la experiencia de la rebelión e impulsar la movilización para frenar a Piñera y sus intentonas de conservar los intereses de la minoría capitalista es una tarea para impedirle cualquier maniobra revanchista. Y no nos puede bastar con el 10%, sino que hay que ir por todo y por todos, exigiendo el fuera Piñera, avanzando en una verdadera Asamblea Constituyente libre y soberana y de esa forma abrir paso a un gobierno de quienes nunca hemos gobernado.
Esas perspectivas son posible y necesarias, aunque debemos exigir a la CUT y la Mesa de Unidad Social salir de su pasividad y poner en pie un plan de lucha democráticamente discutido desde las bases, coordinando junto con las asambleas territoriales con los sindicatos. Estas ideas impulsamos desde el Movimiento Anticapitalista.