El día de hoy el gobierno anunció que Mañalich saldría del Ministerio de Salud, personaje que en dúo con Piñera han sido el rostro criminal en la gestión sobre la pandemia. Ahora entra Enrique Paris, de gerente de la clínica Las Condes a Ministro de Salud.
La responsabilidad de Mañalich
El ahora ex Ministro de Salud, Jaime Mañalich, fue parte íntegro del plan desplegado por el gobierno para afrontar la pandemia. Un cuadro que implicó declaraciones antificientificas, mentiras como la donación de ventiladores del gobierno chino y también de ocultar datos, fue este último hecho que antecedió su renuncia. El día viernes CIPER destapó que los datos de muertes producto del covid-19 que se reportaban en el país eran cifran menores que las entregadas a la OMS.
Entra Enrique Paris
Si bien, la renuncia de Mañalich expresa los problemas que comienzan a sentirse al interior del gobierno producto a las políticas para enfrentar la pandemia, debiendo cambiar de ministro, el nuevo rostro del Minsal tiene trayecto propicio para garantizar las ganancias por sobre la salud.
De gerente de la clínica Las Condes al Minsal, de agitador antivacuna a gestionar la pandemia. De fondo, no muy distinto al anterior.
Es Piñera y su gobierno quienes se tiene que ir
El cambio de rostros en el Minsal no puede esconder que las cifras de muertes son mayor a 5mil muertos en 100 días coronavirus. Política criminal que ampara el negocio privado de un derecho fundamental.
Con aquel telón de fondo, la oposición busca un nuevo acuerdo con el gobierno, actualizado el Pacto que en plena rebelión le salvó la cabeza a Piñera para mantenerlo en el poder. Hecho que hoy frente a la pandemia el país esté en manos de criminales. Ahora se teje nuevamente, demostrando que el conjunto de los representantes del régimen político defiende un sistema de salud amparado en el lucro privado.
Hay que hacer lo contrario, no se puede dialogar con quienes ocultan y promueven las muertes. Es por eso que para frenar el contagio descontrolado Piñera se tiene que ir, es tan responsable como Mañalich, de esa forma retomar el proceso de octubre que ya planteaba la recuperación de un derecho básico como la salud, hoy más que nunca impulsar una Campaña por un sistema de salud estatal, único, universal y gratuito es central.
Aquellas medidas no se logran con empresarios, sino arrebatando sus clínicas e insumos para que la crisis la paguen ellos y no el pueblo trabajador. Hay que ir por Piñera para reorganizar todo.