Huelga general efectiva y movilización. Que se vaya Piñera, impongamos un verdadero plan de emergencia


Por Movimiento Anticapitalista

El día de ayer, el gobierno de Piñera, anunció que recurrirá al TC para frenar el tercer retiro del 10% de las AFP. La respuesta no se hizo esperar, cacerolazos, barricadas en varias cuidades y el inicio del paro portuario. La huelga convocada por la CUT para el 30 de abril debe ser efectiva, con movilización y plan de acción hasta que se vaya el gobierno empresarial y que la crisis la paguen los capitalistas

La pandemia entró en nuestro país cuando las calles aún estaban ocupadas por la rebelión iniciada en octubre del 2019, un proceso que apuntaba a trasformar el Chile de los 30 años heredado de la dictadura. La acción del Estado, bajo el mando de Piñera, animó, declarando la guerra al pueblo, la sistemática violaciones de derechos humanos por parte de las fuerzas represivas. Aún así, no logró socavar la movilización y tambaleó en el poder luego de la demostración de la fuerza de la huelga del 15 de noviembre del 2019, la cual fue acompañada con acciones de lucha en las calles.

Contrario a la voluntad de las mayorías se forjó el Pacto para salvar a Piñera en nombre de la “paz”, limitando la posibilidad de cambios profundos en la Constitución. Los artífices del acuerdo han permitido que hoy, un gobierno violador de derechos humanos, esté en la cabeza de la mayor crisis económica y social en 90 años.

Las consecuencias se expresan en que tengamos la cuarentena más larga del mundo y a su vez, un virus descontrolado. Lo crítico de la situación sanitaria expresa que los fines de control son represivos y al servicio de la defensa de los intereses económicos minoritarios en desmedro de las mayorías que vivimos de nuestro trabajo. Así enfrentamos tasas de cesantía desbordantes al facilitar el despido exprés, se congelan salarios por la ley de protección al empleo y la carestía de la vida acompaña una cuarentena de hambre.

Las medidas que generó el gobierno son insuficientes, tanto por su focalización y también por el monto infinitamente menor al costo de la vida, exponiendo una vez más al pueblo tener que buscar formas de subsistir frente a la amenaza del virus.

A su vez, el único respiro para un sector de las mayorías sociales han sido los retiros del 10% de las AFP, proyectos sustentados en los propios ahorros de las y los trabajadores para amortiguar la crisis. Aunque la derecha, viles servidores del gran capital, utilizan los antidemocráticos mecanismos del Tribunal Constitucional para evitar que avance. Nos niegan la posibilidad de sacar nuestro propio dinero para sortear la crisis, cuando la lógica debería ser inversa: invertir el dinero que producimos en salud y salario para cuidar la vida de las mayorías.

La dinámica actual no se puede resistir más y el pueblo lo sabe, una vez que la amenaza del TC fue anunciada, las cacerolas y las barricadas a lo largo del país no se hicieron esperar. La voluntad popular es clara, las y los trabajadores no podemos seguir pagando la crisis mientras una minoría duplican sus fortunas.

Es por eso que la huelga sanitaria convocada por la CUT para el día 30 de abril debe ser efectiva, comenzando con planificar las acciones de forma democrática a través de asambleas de base en cada lugar de trabajo, impulsando la unidad entre las diversas organizaciones sociales y territoriales, aunando un camino que parta por el ¡Fuera Piñera!  Y la imposición de un plan de emergencia que contemple, entre otros puntos:

  • Cuarentana sin hambre. Impuestos a las grandes fortunas para financiar una renta universal básica de emergencia para todas y todos quienes habitamos el país, no menor a $550.000.
  • Sistema único de salud, gratuito y universal. Centralizar todo el sistema sanitario, personal e infraestructura a mano del Estado y con control de las y los trabajadores de la salud para enfrentar de forma efectiva la pandemia. Anulación de las patentes y producción estatal de vacunas.
  • Represión no es salud. Fin al toque de queda, eliminar poder de fiscalización al aparato represivo, basta de violaciones de DDHH a nuestro pueblo. Disolución de carabineros y presas y presos políticos libres.

Estas medidas son posibles si confiamos en las fuerzas que demuestra incasablemente nuestro pueblo, no basta con un llamado sin acciones efectivas ni aisladas. Tampoco basta con delegar nuestras fuerzas al arco político parlamentario, los mismos que permitieron que Piñera gobierne debido al pacto. Para que la acusación constitucional que apuesta la oposición en el Congreso tenga un sentido debe ser fomentando la huelga hasta que Piñera y su gobierno empresarial se vaya.

Desde el Movimiento Anticapitalista apostamos con nuestras fuerzas y nos disponemos a construir una alternativa política y social para transformar todo, al tiempo que convocamos a las organizaciones sociales, sindicales y políticas con voluntad de lucha a impulsar acciones unitarias para lograr estos objetivos.