El control obrero y la experiencia de los cordones industriales

Reproducimos el informe del capítulo 13 de nuestro programa #ConTodoSinoPaQue! Parada Anticapitalista: El control obrero y la experiencia de los cordones industriales, por Camilo Parada.

Uno de los pasajes más importantes de la Unidad Popular, poco conocido y poco estudiado, es la experiencia de los Cordones Industriales. Organismos de coordinación autoorganizada de trabajadoras y trabajadores que surgieron contra la reacción de la derecha y las políticas imperialistas. Pero lograron ir más allá y transformarse en la organización que podría no tan solo haber derrotado el golpe, sino que, constituidos las instancias democráticas, decisivas, que impulsara el nuevo poder popular, ahora en manos de la clase trabajadora para la conquista del socialismo.

Es justamente por ese valor político que remontamos su historia y la traemos al presente como aprendizaje de la capacidad creativa y democrática de la organización de nuestra clase.

El triunfo de la UP llegaba a través de un impulso del ascenso de las y los trabajadores, estudiantes y pobladores, en un contexto latinoamericano y mundial de gran politización, fue la revolución cubana y el mayo francés como síntoma de aquellos momentos.

La UP encabezada por el Partido Comunista y el Partido Socialista junto a partidos reformistas de estratos burgueses logran la presidencia de Salvador Allende el 4 de septiembre de 1970.

Con un programa que indicaba que “la única alternativa verdaderamente popular y, por lo tanto, la tarea fundamental que el Gobierno del Pueblo tiene ante sí, es terminar con el dominio de los imperialistas, de los monopolios, de la oligarquía terrateniente e iniciar la construcción del socialismo en Chile” 

Aunque sería a través de la vía pacífica al socialismo o vía chilena al socialismo. Es decir, lograr las transformaciones de forma gradual y a través de las instituciones de la democracia burguesa. Confiando en el ejercito y la derecha que aceptaran estas medidas.

Algunas empresas pasaron al control social, se avanzó en la reforma agraria, se nacionalizó el cobre y se aplicaron políticas positivas a nivel popular, pero el nivel de consciencia de la clase obrera era superior.

Claramente, el imperialismo, la DC y la derecha no veían con buenos ojos este proceso y se preparaban para el derrocamiento de la UP y de esa forma cortar con la experiencia revolucionaria que comenzaba a desarrollarse en el país.

Desde EEUU devaluaban el cobre, golpeando fuertemente la economía chilena. La inflación por las nubes y se desarrolla el desabastecimiento. Y en 1972 fue un año en dónde la derecha demostró sus ansias golpistas. Las protestas con cacerolazos en las calles que presionó a Allende a retroceder en el traspaso de empresas al área social, aunque no le bastó a la derecha, así llegó el paro patronal de los camioneros y de comercio que duró 3 semanas.

Fue durante este momento que la clase obrera reaccionó. No tan sólo enfrentaba al paro retomando las funciones productivas, sino que coordinó espacios inter-fabriles para poner en marcha la economía, ahora controladas por quienes producen.

La democracia obrera fue central elecciones por la base en los emergentes Cordones Industriales, que impulsaban tareas sindicales, pero también políticas.

La lucha de clases ahora tenía un esbozo de la dualidad de poder que impulsaba la movilización y los espacios de auto-organización democrática independiente de las instituciones burguesas.

Contrariamente a apoyarse sobre los Cordones, Allende siguió priorizando el dialogo con la DC, la Derecha y con parte de las FFAA, dando marcha atrás a las medidas más importante y a través de la CUT acusando a los Cordones Industriales de “hacerle juego a la derecha”.

Se ponía en tensión los limites de la vía pacifica y la derecha lo sabía. Se preparaba el golpe, así se anunció el 29 de junio del 73 a través del tanquetazo. La UP llamaba a confiar de los miliateras patrióticos, entre ellos un tal Pinochet.

En este contexto de extrema polarización, Los Cordones Industriales escribían una carta al presidente Allende el 05 de septiembre de 1973: Los trabajadores sentimos una honda frustración y desaliento cuando su Presidente, su Gobierno, sus partidos, sus organizaciones, les dan una y otra vez la orden de replegarse en vez de la voz de avanzar. Nosotros exigimos que no sólo se nos informe, sino que también se nos consulte sobre las decisiones, que al fin y al cabo son definitorias para nuestro destino”

Agregaban “Estamos absolutamente convencidos de que históricamente el reformismo que se busca a través del diálogo con los que han traicionado una y otra vez, es el camino más rápido hacia el fascismo”.

El 11 de septiembre se termina con masacre el gobierno de la UP, ratificando lamentablemente la carta de los Cordones Industriales.

Las lecciones de este periodo son fundamentales: la creación de organismos de autodeterminación de la clase obrera son centrales para las transformaciones revolucionarias, ese es el valor historico de los Cordones Industriales, pero también es importante sacar las lecciones de los limites del reformismo, ya que no solo implica la desmovilización para adaptar a los limites de lo posible, sino que permitió el desarrollo de la reacción fascista, sin enfrentarla directamente y abriendo paso a la dictadura.

Es por eso que creemos fundamental la construcción de una alternativa revolucionaria que en los momentos decisivos no pacte, ni se adapte, sino que impulse la movilización radical y la autodeterminación de la clase obrera.

Por eso te invitamos a sumarte al Movimiento Anticapitalista para construir esta alternativa y dar vuelta todo. Con todo sino pa que!

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