Institucionalidad al limite, las calles pueden más. Vamos por todo.

Por Maura Gálvez y Joaquín Araneda, Movimiento Anticapitalista

Un miércoles agitado repasó el momento que transitamos. Detonantes que rebelaban las fronteras de las instituciones burguesas – patriarcales: el violador Martín Pradenas quedaba en libertad, el Senado votaba el retiro anticipado del 10% de las AFP. La derrota del gobierno celebrada, las calles ardían por justicia. A más de 9 meses de la rebelión y la pandemia entre medio, las reservas sociales que pueden ir por más, se expresan. Un debate estratégico en la izquierda y nuestra posición anticapitalista.

Lo viejo que tiene que morir

El revolucionario ruso, León Trotsky, en 1923 publicaba Problemas de la vida cotidiana para abordar las nuevas discusiones en los cortos años del gobierno bolchevique, en dónde expresaba que “la primera tarea, la más profunda y urgente, es la de romper el silencio que rodea a los problemas de la vida cotidiana”. Una cita que nos remonta a la historia de la primera revolución triunfante y cómo las tareas pos toma del poder continuaban para transformar las condiciones de vida material, para todas y todos.

Aunque también nos  puede rememorar a nuestra historia reciente, a nuestra rebelión y nuestro octubre que puede ser sintetizada en la más notable ruptura del silencio que rodea los problemas de la vida cotidiana para marcar un antes y un después en el país. Nada será igual y así se demuestra:

  • Martín Pradenas, un violador con protección de las altas esfera del poder es dejado bajo prisión domiciliaria (¡en cuarentena!), mientras que el juez tiene el descaro de declarar que violó a Antonia.
  • La reacción de miles de mujeres desafiando el toque de queda prendía Temuco y las calles del país, las cacerolas se sumaban y de pronto, ante la injusticia capitalista – patriarcal, la experiencia mayoritaria de las mujeres provocó la irrupción callejera.
  • En paralelo, el proyecto de ley que permitiría el retiro anticipado del 10% de los fondos de las AFP pasaba por la Cámara del Senado, una iniciativa mínima que golpeaba al gobierno. Se sumaban las protestas para presionar su votación.

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Aquellos detonantes de la irrupción callejera responden a una hipótesis que desde nuestra corriente internacional venimos planteando: una vez pasado el primer momento de confinamiento producto de la pandemia, la respuesta social no iba a esperar; ya que por un lado se aceleró la crisis económica y los gobiernos intentan descargarla sobre las mayorías sociales que vivimos de nuestro trabajo. Las y los trabajadores, la juventud y las mujeres responderíamos, además veníamos de un mundo convulso. Así llegó la rebelión en el corazón del imperialismo.

En nuestro país podemos sumar la completa impugnación al conjunto del régimen neoliberal-capitalista que tuvo entre las cuerdas a Piñera, un debilitamiento que hoy es parte de la profundización de la crisis política de la derecha, un síntoma que intentan no se expanda al conjunto del régimen y sus representantes.

Instituciones del viejo orden, pandemia ideológica

En algunos casos los limites se tornan evidentes por la brutalidad de intereses que defienden, el caso de la justicia que desestimó la prisión preventiva para el violador Martín Pradenas es claro, aún más, el juez Federico Gutiérrez, desestimó una condena efectiva incluso declarando que es culpable de violar a Antonia. Hipocresía pura. La respuesta para aquella irracionalidad es la defensa de los intereses de un violador que su familia es parte de la minoría privilegiada, así sumamos un proceso que contó con pagos para declaraciones falsas, destrucción de evidencias, pacos como guardias privados. El defensor del violador un conocido abogado machista y racista que ha encabezado procesos de pacos asesinos de mapuches. 

El sistema judicial lejos está de garantizar justicia social, de entre iguales, es parte de los eslabones institucionales para la protección de la propiedad privada, de clase y opresiva, machista y racista. Condimentos ideológicos de un sistema decadente. Esta vez, sin tapujos y claramente visibles.


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Así también pasa con el Congreso y la trayectoria de la iniciativa por el 10% es una demostración. Lo primero es que sin presión social una ley, por mínima que sea, estaba por fuera del imaginario posible, si es que prosperó es por la fuerza de las protestas. Aunque también es importante recalcar que por su impacto en beneficio y por extensión es un proyecto que no significa un cambio real en las condiciones criticas que vive el país, ni mencionar que es un dinero nuestro, ahorro de las y los trabajadores, por lo tanto un autoprestamo y aún así tiene trabas diversas por los propios mecanismos antidemocráticos del Congreso, indicaciones, letras chicas, mil y una vez siendo votada, de esa forma limitan la posibilidad de tocar los intereses capitalistas.

Los limites de lo posible

En un mundo en crisis, los gobiernos por necesidad tendrán que atrincherar aún más sus márgenes democráticos, así poder repasar la agenda de ajustes y recortes para saciar la lógica de acumulación capitalista. Este cuadro es independiente de la derecha, aunque un sector nos quiere mostrar lo contrario.

Repasemos, la ex – Concertación jugó un rol clave en los años pos dictadura, en primer lugar al garantizar la impunidad de los violadores de derechos humanos, mientras que consolidaban el neoliberalismo y todo lo que significó: desmantelamiento de los derechos básicos, una justicia y policía pinochestista. Y obvio, las AFP.

Este punto de partida es central para responder ¿es sólo la derecha el enemigo o es el conjunto de quienes defienden el sistema? El Frente Amplio, tras la crisis de la ex – Concertación, surgió como referencia, en plena rebelión firmaron el Pacto y ahora celebran el retiro del 10% acusando que “movieron el cerco”, es decir, ven como un triunfo lobbysta que sectores de la derecha voten por su aprobación, omiten que es un proyecto limitado y con letra chica. De fondo sus fronteras son las instituciones actuales.

El Partido Comunista por su parte también juega un rol importante para que todo siga igual, defensores de la institucionalidad han hecho de la principal central de trabajadores un organismo dormido y han ido más lejos aún al ser parte del gobierno de Bachelet, momento crucial que encabezó el SERNAMEG en plena huelga de hambre de la Machi Francisca Linconao, ahora salen declaraciones de sus diputadas rechazando la decisión de la justicia en el caso de Antonia.

Es decir, se asimilaron por completo a la colaboración con una institucionalidad hecha para garantizar los intereses de una minoría concentrada en el poder, un proceso que necesariamente les llevó a reformular su programa y accionar para administrar sus iniciativas a los canales del Congreso. El problema es que cada institución está anclada al conjunto de relaciones sociales para legalizar la apropiación capitalista, en este caso, rentista y subsidiaria, por lo tanto una coherencia discursiva enfrentaría intereses contrarios. Ahora en tiempos de crisis, nos dicen que puede existir un capitalismo más humano, que el problema es el neoliberalismo, aunque no nos dicen que sus potenciales aliados fueron parte del poder por 30 años, omiten que en plena rebelión firmaron un pacto o en el caso del PC, se negaron a paralizar para que Piñera renunciara y de esa forma garantizar un proceso constituyente sin trabas. Así son las cosas.

Nuestra invitación: hacer posible lo necesario

En pocos días tendrá lugar el Foro Mundial contra la precarización educativa y laboral, organizada por nuestra internacional, la Liga Internacional Socialista, en dónde estarán representados más de 30 países y los 5 continentes. Un apartado del manifiesto que invita a participar dice lo siguiente:

“Tampoco la lógica de las elecciones, en los marcos de esta democracia capitalista puede ser el camino estratégico para asegurar nuestros derechos. Somos militantes de todas las causas, intervenimos en los movimientos sociales como militantes consecuentes de los mismos. También utilizamos la lucha electoral, para fortalecer nuestras posiciones socialistas. Pero, el Estado y todas sus instituciones, sirven a la clase dominante. Exigirles a ellas pueden servir para lograr alguna conquista temporal, y no las subestimamos. Pero para asegurar cambios duraderos, hay que desmantelar ese Estado y abrir camino, a un gobierno de los de abajo, de la clase trabajadora, la juventud y todos los oprimidos». (lee completo el Manifiesto Internacional / Las vidas jóvenes importan: demos vuelta todo)

Y ese camino es a través de fomentar las instancias más democráticas, la movilización y la preparación de una fuerza que sea capaz de articular las iniciativas sociales, unificando y constituyendo perspectivas de poder. Hoy más que nunca está planteado estos debates, un gobierno y la derecha en crisis, una fuerza social que puja, un capitalismo que nada tiene que ofrecer. Es por eso que nuestra invitación es que construyamos juntos y juntas el Movimiento Anticapitalista para que de una vez por todas demos vuelta todo.